En Cúcuta, Tibú y Ocaña fueron capturadas siete personas señaladas de integrar una banda que, según las autoridades, se denominaba como Los Barís, que estaba dedicada a la compra, transporte y comercialización de madera obtenida de manera ilegal en Norte de Santander.
Por dos años, la Fiscalía 100 especializada de Cúcuta, con el apoyo de los investigadores de la Dirección de Carabineros, conoció los pasos clandestinos de este grupo y de sus integrantes y una vez sustentado todo el material probatorio, lograron ejecutar cuatro órdenes de allanamientos, para adelantar el operativo que permitió la captura de estas personas, cinco de ellas cayeron en Cúcuta, una en Ocaña y otra en Tibú.
Entre los capturados están Isabel Alvarado Moncada, Giovanny Conde Ascanio, Abel Rincón Maldonado, Breiner Galvis Rojas, Carlos Iván Ramírez, Brayan Johan Conde y Edgar Elis Claro Cuevas.
Según las autoridades judiciales, estos seis hombre y la mujer, adquirían guías de movilización de las autoridades competentes y las utilizaban de manera fraudulenta para comprar y transportar madera.
“En varias ocasiones utilizaban una misma guía para hacer varios viajes con el recurso forestal, que no se extraía de donde manifestaba el documento, sino de las zonas aledañas al Parque Nacional Natural (PNN) Catatumbo Barí, con esta modalidad evadían los controles de la fuerza pública, y posteriormente comercializaban la madera en Cúcuta, Bucaramanga y Aguachica principalmente”, indicó el reporte judicial.
Más detalles
Según la investigación, esta banda adquiría la madera en Tibú y El Tarra, consideradas zonas de amortiguación del Catatumbo Barí, “una de las 56 áreas protegidas del sistema de Parques Nacionales Naturales, en donde se protege el último bosque tropical del noreste de nuestro país”.
En los seguimientos a estas personas, las autoridades lograron evidenciar que realizaban 10 viajes de madera semanales, transportando 120 metros cúbicos de cedro, pardillo, nogal cafetero y especies nativas, aprovechándose de 480 metros cúbicos de madera mensualmente, valorados en 400 millones de pesos.
“Se calcula que el impacto ambiental que esta organización ha generado en los últimos dos años, superan las 120 hectáreas arrasadas. Este fenómeno, aunado a la siembra de cultivos ilícitos, ha causado un grave daño ambiental al bosque húmedo tropical”, explicó una fuente judicial.
Con tal daño esta banda también afectó especies de aves endémicas como el Paujil Moquiamarillo y el Copete de Piedra y mamíferos como el Oso de Anteojos, Venado Soche, Danta, entre otros.
Los capturados fueron dejados a disposición de la Fiscalía General y luego de las audiencias correspondientes, tendrán que responder por los delitos de aprovechamiento de los recursos naturales renovables y concierto para delinquir.