La Policía de Norte de Santander (Denor) dio a conocer el cartel de los delincuentes más buscado en el departamento. Una docena de hombres son requeridos por diferentes delitos entre los que se destacan homicidios, secuestros y hurtos, entre otros.
En su visita a Cúcuta, el ministro de Defensa, Diego Andrés Molano Aponte aseguró que ofrecen hasta 20 millones de pesos por información que permita la captura y judicialización de alguno de estos delincuentes.
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El coronel Carlos Martínez, comandante de la Denor, aseguró que este cartel es producto de las investigaciones sobre la criminalidad y delincuencia que afectan al departamento.
“Estos delincuentes son los que más daño nos están causando a la sociedad y a la seguridad de los nortesantandereanos. Invitamos a la comunidad a ponerse en contacto con las estaciones de Policía o llamar a la línea 123 y entregar cualquier información que tengan sobre ellos”, dijo el coronel.
Los buscan por hurto
Edwin Samuel Quintero Angarita, de 21 años, alias ‘Bobo grande’, es conocido en Ocaña desde hace unos 5 años, cuando inició, al parecer, con hurtos pequeños. Las autoridades tienen claro que su trabajo delictivo es por su cuenta y tiene una orden de captura por hurto calificado y agravado y lesiones personales.
‘Bobo grande’ es señalado de despojar las pertenecías de sus víctimas utilizando armas de fuego, movilizándose en una motocicleta.
Oscar Luis Ayala Santamaría, alias ‘Álvaro’ y Alexander Ferreira Moya, ‘Chagui’ son buscados por presuntamente ser integrantes de la banda El Combo 2. A este grupo, la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) en Ocaña lo ha golpeado en dos oportunidades capturando a unas 20 personas por presuntamente estar inmersas en 32 hechos delictivos, la mayoría hurtos a mano armada cometidos en la Y de Astilleros, Tibú, Cúcuta, El Zulia, Ocaña y hasta Ibagué.
Sus órdenes de detención reposan por concierto para delinquir y hurto calificado.
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Por homicidio
Los hermanos Omar y José Ángel Gélvez Guerrero son señalados como los responsables del homicidio de William Contreras Hernández, quien murió presuntamente en medio de una riña ocurrida el 27 de septiembre del 2020 en el municipio de Arboledas.
Por tentativa de homicidio la Fiscalía emitió una orden de captura contra José Uriel Pineda Parra por agredir con machete a su pareja sentimental, el 13 de diciembre del 2020, en el municipio de La Esperanza.
Presuntamente, Pineda Parra atacó a su pareja en medio de un aparente show de celos, luego de reclamarle por una supuesta infidelidad.
En la mira, por tráfico de drogas
En Tibú, las autoridades están tras la pista de Pedro Alexander Peña Mora, alias ‘Compadre’; Aurelio Sánchez Peña y Wilfredo Cáceres Berbecí. Según la investigación, estos tres hombres son investigados por concierto para delinquir con fines de tráfico de estupefacientes.
“Estos tres integran la cadena de recolección y de acopio de la droga. Eran quienes compraban el estupefaciente y luego se encargaban de sacarlo de Norte de Santander, principalmente hacia la Costa Norte”, dijo una fuente judicial.
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Presuntos secuestradores
Benedicto Ascanio Sanguino o más conocido como ‘el Gordo’ es requerido por secuestro extorsivo y rebelión. Este sujeto está inmerso en la investigación que se adelanta por el secuestro de Willinton Vergel Ascanio, cuando fue retenido en octubre de 2018 de una finca en la Playa de Belén.
Según se conoció, Ascanio habría participado en este plagio realizado las pruebas de supervivencias y las negociaciones.
Por su parte, a Edilson Concepción Amaya Pallares le siguen el rastro porque presuntamente participó en el secuestro ocurrido en 2014 en donde fue víctima Mario Antonio Jerez, además de ser también responsable del plagio de los hermanos José y Andrea Leal López.
Estafador
Yordan Guillín López, oriundo de Hacarí, es señalado por la Policía de estafar a personas en todo Norte de Santander. Su modalidad consistía en hacerse pasar como un intermediario en la compra de un vehículo o cualquier otro elemento de alto valor.
“Contactaba al vendedor y en ocasiones se presentaba como interesado en ayudar a vender el producto o en cómpralo, pero lo que hacía era engañar. Por ejemplo, si la venta era una moto y ya la tenía consigo, de inmediato sacaba sus ‘garras’ fingiendo ser integrante de una organización ilegal. Luego, les aseguraba a los dueños que ya dieran por perdido el vehículo bajo amenazas de muerte e intimidaciones”, agregó la fuente.