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La historia de vida detrás de la guerra contra los explosivos en Norte de Santander
El grupo Exde del Ejército desactiva los artefactos explosivos en la región.
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Categoría nota
Miércoles, 23 de Junio de 2021

El sudor es normal por los nervios. Los pasos se dan cada vez más lentos, pero con la seguridad de hacer el procedimiento de manera muy cuidadosa, sin desmeritar ningún factor que pueda generar una explosión inesperada.

Así se resume el inicio de cada desactivación de un explosivo por parte de un militar adscrito al Grupo de Explosivos y Demoliciones (Exde) del Ejército.

“Llevo cuatro años en el grupo Exde y acá descubrí que esto me apasiona. Soy responsable de la seguridad de mi pelotón para que ni mis compañeros ni yo seamos víctimas de un explosivo, por cada lugar donde vamos”, explicó uno de estos uniformados.

Pasar cada instante entre cables, cilindros bomba o minas antipersonales se convirtió en el común denominador de este soldado profesional, que transcurre sus labores en la zona del Catatumbo.

explosivos

Pocos enfrentamientos con cruce de disparos ha tenido que sobrellevar el uniformado, pero sí tiene que combatir con algo más peligroso y, en la mayoría de los casos, oculto: los explosivos.

Confiesa que a pesar de haber recibido un excelente entrenamiento y de desempeñarse con confianza en su labor diaria, cada vez que se enfrenta a un explosivo instalado por la disidencia de las Farc, el Ejército de Liberación Nacional (Eln) o Los Pelusos, siente los nervios como el primer día. Salir victorioso y con sus compañeros seguros es su mayor recompensa.

“Hemos encontrado cilindros bomba sobre la vía, con los que pensaban atacarnos, pero cada vez que hallamos esto, activamos los protocolos de seguridad y yo hago mi trabajo con calma y juicioso, hasta lograr destruirlo”, recordó el uniformado.

Sin embargo, la agilidad de los grupos armados ilegales genera que los miembros del grupo Exde estén actualizando sus conocimientos y destrezas, para complementar el blindaje cada vez que se enfrentan a un explosivo.

La familia y la adrenalina

Este uniformado, de 25 años, aseguró que el mayor miedo es perder la vida sin poder despedirse de su pequeña hija, la que denominó como su todo.

“Mi temor es que en una de esas maniobras algo salga mal y el explosivo detone. De todas maneras me encomiendo a Dios y pienso en hacerlas bien, para poder volver a hablar con mi hija y salir de permiso a abrazarla”, dijo el militar.

El amor por el Ejército recorre por las venas de este uniformado, que cada día se viste de camuflado y sale a enfrentarse a los desafíos que trae el Catatumbo, sin darle paso a los tormentos del conflicto armado.

Aseguró que volvería a elegir hacer el curso de Exde, porque sabe que su profesión la ejerce con pasión, con responsabilidad y sobre todo con honor, como el mismo lo dice.

Los más recientes

La semana pasada, en el sector Las Indias de Bucarasica, los uniformados del Exde tuvieron que desactivar un cilindro bomba de 40 libras, que había sido instalado en la vía por miembros del Eln.

También, en la vereda Mesa Rica, de Hacarí, los militares destruyeron de manera controlada un cilindro, con el que los grupos ilegales pretendían atentar contra la Fuerza Pública.

Sin embargo, no solo en los municipios del Catatumbo se instalan este tipo de explosivos, los militares también han tenido que desactivar minas antipersonal en el corregimiento Banco de Arena, zona rural de Cúcuta, un lugar disputado por el Clan del Golfo, en alianza con la banda criminal Los Rastrojos, contra el Eln.

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