En 1992 se inició un proyecto urbanístico de la mano del señor Ricardo Noriega y su constructora, en las inmediaciones de la comuna 6 del área metropolitana de Cúcuta, el cual dio como resultado una de las urbanizaciones más grandes dentro de este sector.
Para el 20 de agosto de 1995, los primeros residentes empezaron a habitar las viviendas en esa urbanización, situada al norte de la ciudad, que limita con la vía principal a Puerto Santander, Trigal del Norte y Virgilio Barco.
La urbanización fue bautizada bajo el nombre de La Concordia, y para fortuna de su comunidad, acceder a los servicios públicos como el acueducto, energía eléctrica o alcantarillado no fue tarea difícil para los habitantes, a diferencia de sus similares en la comuna 6.
De acuerdo a Argemiro Ortega Silva, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), “los servicios públicos los tuvimos desde un comienzo a excepción del servicio de aseo, que con el tiempo se logró traer a la urbanización.”
Fue una odisea lograr que la empresa prestadora del servicio, en esa época, llegara a La Concordia, por lo que su propia comunidad se encargaba de mantener las calles limpias, hasta que finalmente los residentes pudieron traerlas.
Un sector tranquilo
Según lo expresado por el líder comunal, La Concordia se ha caracterizado por ser un barrio tranquilo en la actualidad, pese a que la comuna 6 sea el hogar de la lucha entre las bandas delincuenciales que azotan a diferentes barrios en este sector del área metropolitana de Cúcuta.
“Pese a que colindamos con lugares con problema de inseguridad, La Concordia ha permanecido segura y tranquila, algo que a las 4.500 personas que vivimos allí nos llena de alegría”, sostuvo Ortega Silva, al ser consultado por la situación.
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Sin embargo, en palabras de Argemiro Ortega, detrás de la tranquilidad en La Concordia hay un pasado violento, “pues los paramilitares, que estaban llegando a la zona, asesinaron brutalmente al líder comunal de ese entonces y a su esposa, que lo único que hacían era servirle a la comunidad”.
Buscando una iglesia
En ninguno de los seis sectores que conforman a La Concordia no hay una iglesia católica donde los feligreses puedan celebrar sus actividades religiosas, pero todo eso cambiará con una obra que se está realizando en un terreno destinado a la construcción del templo, “pues solo contamos con una pequeña capilla que ya se nos queda corta”, aseguró un residente.
Sin escenarios buenos
Los escenarios deportivos o de esparcimiento del barrio se encuentran en unas pésimas condiciones, que imposibilitan la recreación y el libre desarrollo deportivo en La Concordia.
Para Jaime Gutiérrez, habitante de la zona, “nosotros tenemos un parque con gimnasios biosaludables y una cancha de microfútbol, los cuales se encuentran deteriorados, se les salieron los alambres y suponen un grave peligro para los niños que hacen uso de esos juegos”.
Desde la JAC informaron que han realizado las gestiones adecuadas con el Instituto Municipal para la Recreación y Deporte (IMRD) para hacerle un mantenimiento general a este escenario deportivo, ya que hay una escuela de microfútbol que pese a sus condiciones, entrena tres veces a la semana.
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A mediados de este año se pasó una solicitud formal a la entidad para realizar una inversión al escenario deportivo, debido a que es el único lugar en toda La Concordia, y se ha dejado perder con el paso de los años.
Tampoco hay escuela
Otro factor que incomoda a la comunidad es la falta de una institución educativa en las inmediaciones de la urbanización, ya que la escuela más cercana está en Virgilio Barco, o el Colegio Municipal del barrio Aeropuerto.
No cabe dudas que el estado de la malla vial es el principal dolor de cabeza para las 1.100 familias que residen en La Concordia, ya que tanto vías principales como secundarias están en un estado de deterioro.
Desde hace 20 años, las vías que conectan a la urbanización no han recibido mantenimiento alguno, motivo principal que ha facilitado el deterioro de la capa asfáltica, “y ninguna Alcaldía ha mostrado interés en recuperar nuestras calles”, mencionó un habitante.
Para el líder comunal sería bueno que desde la administración municipal hicieran algunos reparcheos a las vías que no estén articuladas al transporte público, además del programa Comunidad-Gobierno.
Líos con el transporte
Quizás el deterioro vial sea una de las razones por las cuales haya un pobre servicio de transporte público municipal, en vista de que la única buseta que recorre la avenida principal de La Concordia demora hora y media en pasar, hecho que sin duda incomoda a los residentes.
Según la comunidad, ya ni siquiera optan a utilizar las busetas, pues el tiempo que se quedan esperando la ruta que los conduce hacia el centro de la ciudad, lo utilizan para adelantar sus diligencias y así demorarse menos.
El líder comunal fue crítico al precisar que, “he hablado con algunos conductores y me dicen que a ellos los castigan asignándoles esta ruta”, refiriéndose a esta situación; además, la JAC ha buscado la forma de comunicarse con el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC) para mejorar el transporte en La Concordia, pero nunca ha sido posible.
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