Niños y jóvenes autistas (cognitivos), con discapacidad física y otros por enfermedad congénita se le midieron a la paranatación y hoy se mueven como verdaderos ‘peces en el agua’. Catorce deportistas, entre los 13 y 20 años, ya están clasificados a los VI Juegos Paranacionales del Eje Cafetero 2023 que se disputarán del 2 al 10 de diciembre.
Este deporte paralímpico o adaptado, como se le conoce, tiene como misión brindar una mejor calidad de vida a aquellas personas con diferentes tipos de discapacidades como física, cognitiva, auditiva y visual.
En el departamento se destaca el Club Tritones del Norte, que viene trabajando desde hace 15 años de la mano del entrenador Jairo Bautista Barrios y cuenta con el apoyo de Indenorte. Él es uno de los instructores más experimentados, junto con Julián Penilla y Samuel García con que cuenta la natación rojinegra.
Lea aquí: El Internacional de natación lo ganó el Club Vida en el Agua
Desde el 2008, Bautista quiso darle un giro a este deporte, dejando de lado la natación convencional y junto con el área técnica de Indenorte, en cabeza de María Olanda Castellanos se dieron a la tarea de crear un proyecto de fomentar la paranatación.
Hace dos semanas el Club Tritones participó con sus nadadores en el IV Campeonato Internacional Interclubes Aquaman, donde estos jovencitos mostraron toda su destreza en el agua.
El recorrido
Con más de 40 años de experiencia, esta área deportiva, Jairo Bautista cuenta que todo comenzó cuando la jefa del área técnica le dijo que si era capaz de comenzar a trabajar con personas con discapacidad.
“Le dije que no tenía conocimiento, pero me empecé a preparar en el tema aunque ya había iniciado con Orlando Pérez Villamizar (con Síndrome de Down), con quien comenzamos a ir a las Olimpiadas Fides y después entró al programa de paranatación”, reseñó el instructor cucuteño.
Con Pérez en los Paranacionales de 2008 tuvo la primera experiencia, pero cuatro años después en los IV Juegos Paranacionales 2012, con sede en Cúcuta, Orlando se colgó la medalla de plata en los 200 metros estilo libre que ganó Norte y en 2015 en Ibagué obtuvo una medalla de bronce en los 50 metros mariposa.
Lea aquí: Natación artística de Norte de Santander ya piensa en Juegos Nacionales
En 2019, en Cartagena, con Cristian Molina, cuadripléjico, también logró una medalla de bronce. Hoy día cuenta con siete deportistas, hombres y una mujer, con cupo a Juegos Paranacionales del Eje Cafetero.
Uno de los aspectos interesantes de la paranatación es la integración y camaradería entre los deportistas.
Trabajo difícil
Pero, así como Jairo ha podido hacer crecer el club, considera que una de las partes más complejas es la de integrar más jóvenes en condición de discapacidad que deseen practicar la paranatación.
“Lo más difícil es que los papás traigan a sus muchachos e infortunadamente las personas con discapacidad son en su inmensa mayoría de bajos recursos. Y si a esa persona se le dice que un curso de natación se le va a cobrar igual que a un nadador convencional ahí las cosas cambian”, apuntó el instructor.
En cuanto a la convivencia para que ellos se enamoren de la natación, Jairo manifestó que hay que tener mucha paciencia porque no son personas fáciles de entender. Pero con este grupo-dice- ha habido química, empatía y están comprometidos.
Uno de los deportistas que sorprende por su tenacidad para nadar es Josué Vergel, un muchacho venezolano que rescataron de una mina en Sardinata, donde se salvó de quedar atrapado al saltar dentro de un vagón y ser tapado por algunas piedras.
Lea aquí: Buena pesca de medallas de Norte en Interclubes de aguas abiertas
“En clasificatorio de Barranquilla, con cinco meses de trabajo logramos 4 medallas, 2 de plata y 3 de bronce y está entre los cinco mejores a nivel nacional” cuenta el entrenador.
En el caso de Cristian Molina, cuadripléjico, hoy día, es abogado de la Universidad Libre,seccional Cúcuta, con tres meses de trabajo y con un problema cervical dado que tiene tres ganchos que le sostienen la cabeza. Se hicieron las marcas mínimas y se ubicó cuarto en el clasificatorio.
Moisés Sánchez, de 21 años, no tiene brazos ni piernas, es un joven con triple discapacidad, física, le faltan sus miembros superiores e inferiores (focomelia), no habla y además tiene retardo. “Es un muchacho del Bienestar Familiar y con el papá adoptivo, hemos logrado que aprenda por imitación los movimientos de la natación y ya entiende cuando son 100 y 200 metros (las pruebas) y es cuarto a nivel nacional”, destacó Bautista.
Otros paranadadores que sobresalen son Diego Camacho, quien no tiene su mano izquierda y, en la categoría de 17-18 años, obtuvo la medalla de plata.
También Richard Pacheco Powers, su condición de discapacidad es autismo asperger (cognitivo), tiene 13 años y mide 1.80.
“Richard es el gran potencial que tenemos, hoy día ha establecido cuatro marcas en (50 metros libre, 50 y 100 metros espalda). Pero me da miedo, que los vean y me les quiten otras propuestas en otro departamento (en caso de no tener apoyo en Norte).
Sin embargo, lo que más me satisface es que a estos muchachos, a través del deporte, les estamos dando una mejor calidad de vida”, subrayó el técnico Bautista.
Para Stephanie Powers, delegada del comité de disciplina del Comité Paralímpico Colombiano para Norte de Santander, se trata de una familia, “lo que queremos es que más allá de ser un deporte sea una disciplina que puedan desarrollar la sicomotricidad.
Gran destreza muestran los paranadadores en los diferentes estilos que practican.
Más protagonistas
Juan Pablo Chacón de 14 años (autista), quien cursa décimo grado en el colegio Toledo Plata contó que quien lo trajo a natación fue su mamá “yo era un poco gordito, pero acá me siento feliz de practicarla, me divierto mucho y cambio mi vida”.
Richard Pacheco dice que la natación es especial para él y que ha aprendido los estilos de nadar y “me siento cómodo y fresco en este deporte y mis favoritos son el estilo libre y mariposa”.
A Diego Andrés Camacho le falta la mano izquierda “Es bonito estar en el agua, mi caso es de nacimiento y a la natación llegué por un amigo que me trajo y me siento contento de estar en este deporte y ganar muchas medallas”, comentó.
Carlos Sneyder Bautista Flórez padece una enfermedad huérfana llamada osteocondromatosis múltiple (crecimiento de múltiples tumores benignos, cartilaginosos, que crecen en los huesos largos).
“Llevo tres años en la paranatación, quise practicar otros deportes como tenis o voleibol, pero por prescripción médica me dijeron que no. Esta es una enfermedad hereditaria”, indicó.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion