Por estos días el mundo deportivo anda convulsionado por el conflicto socio-político entre Rusia y Ucrania.
Suspensión de competencias, traslados de unas sedes deportivas a otros países y atletas inmersos en medio de una situación de la que quieren ser ajenos, pero que no deja de preocupar.
El nadador cucuteño de la modalidad de Aguas Abiertas, Freddy Alejandro Arévalo Pinto, de 17 años, se alista para viajar a finales de marzo a Kazán, Rusia, a un campamento de concentración en el que estará durante 10 meses.
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Esta concentración hace parte de la preparación en lo que será su primera participación en el Campeonato Mundial Junior de Aguas Abiertas, que se llevará a cabo en Seychelles Mahé, en África Oriental, del 1 al 4 de septiembre de este año.
Arévalo Pinto inicialmente había recibido una beca por parte de la Federación Internacional de Natación (FINA), para concentrarse en Tailandia en diciembre del año pasado, y aunque había adelantado gestiones todo cambió.
La semana pasada la FINA le comunicó, a través de su homóloga la Federación Colombiana, que la concentración no será ahora en Tailandia, sino en Rusia.
El cambio de sede sorprendió a Freddy, que ya se ilusionaba con viajar al país asiático, pero de igual lo tomó con mucha calma, a pesar de la situación que se vive actualmente en Rusia.
La Opinión dialogó con el deportista sobre el viaje y la guerra que hay con Rusia y si eso afectaría el viaje o dependerá de la determinación que tome la Federación Internacional de Natación.
“Haber, realmente no me causa ningún temor o miedo, porque a la ciudad que viajo (Kazán) está retirada de la zona del conflicto, por lo que hemos ido averiguando, contactando profesores de allá y nos manifiestan que es seguro hasta el momento y miedo como tal no hay. Lo que hay son ganas de ir y aprovechar la beca”, afirmó el nadador nortesantandereano quien a caba de graduarse de bachiller.
Arévalo indicó que es una gran oportunidad, más cuando la FINA es la que asume los gastos de viaje y estadía.
“La oportunidad es grande, es lo que he querido siempre, por lo que me he esforzado y el hecho de ir a entrenar a una gran potencia le abre a uno más las perspectivas y la mente para entender qué es lo que se necesita, como traer conocimiento para el país (en esta modalidad) y compartirlo con las nuevas generaciones”.
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Añadió: “con respecto a lo que viene pasando allá (Rusia-Ucrania), he estado enterado y por lo que podía llegar a pasar.
Me he documentado sin saber que voy para allá y eso no es nuevo, era algo que se veía venir, pero hasta ahora la FINA nos ha asegurado que para donde vamos no nos va a pasar nada”.
Si en algún momento su mamá le ha pedido hacer una reflexión sobre el viaje, acotó que no, “hay tranquilidad y solo queda esperar si la FINA hace algún cambio, pero por ahora el viaje sigue como tal”.