Las primeras lluvias prenden las alarmas entre los ribereños de la quebrada El Tejar, al suroriente del municipio de Ocaña, debido a la alta sedimentación que ocasiona inundaciones.
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Los moradores de la zona reclaman la limpieza del desarenador durante la temporada de lluvias, ya que la estructura está colmatada por la falta de mantenimiento.
El presidente de la Junta de Acción Comunal del asentamiento humano Tierra Santa, Jesús Hermides Castilla Ruedas señaló que vuelve la pesadilla entre los moradores debido a los efectos de los torrenciales aguaceros.
Reclaman medidas urgentes antes de que ocurra una tragedia en la comunidad. “Se debe limpiar cada tres meses para evitar inconvenientes durante la ola invernal, esa quebrada arrastra mucha arena y tierra de las construcciones de la parte alta y vuelve y se tapona”, dijo.
Los invasores reclaman la adecuación del alcantarillado del sector deprimido, pues a pesar de instaurar una acción de tutela, señalan que las autoridades ambientales hacen caso omiso a la disposición.
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Preparan un oficio para la Empresa de Servicios Públicos de Ocaña para que justifiquen el cobro de la facturación con obras de inversión en el populoso barrio. Asimismo, solicitan la intervención urgente para remediar la contaminación ambiental presentada en el sector.
Contratada la limpieza
El secretario de Vías, Infraestructura y Vivienda del municipio de Ocaña, Gustavo Castilla Vergel conoce la situación vivida de los habitantes de la quebrada El Tejar, por lo que anunció la limpieza total de ese corredor.
Con recursos propios se invertirán 54 millones de pesos para mitigar los riesgos durante la temporada invernal. “Los primeros días de mayo iniciarán los trabajos con el dragado de la quebrada, limpieza del box culvert y retiro de la sedimentación del desarenador”, dijo.
Asegura que hace más de 8 años no se ha hecho ese procedimiento en los lugares que captan las escorrentías, el lodo, arena y la remoción en masa de las partes altas de los barrios Los Olivos, Belén, Apartaderos y construcciones en la vía de la granja El Algodonal hacia la Universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña.
El profesional manifestó que el proyecto en un comienzo fue concebido hasta la Circunvalar, pero quedó inconcluso.
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“Nosotros vamos a trasladar la maquinaria necesaria para la intervención e, incluso, se contempla el uso de agua a presión para la limpieza interna y evitar el colapso del sistema hidráulico”, precisó.
Temen inundaciones
Los ribereños reclamaron a Saneamiento Básico Ambiental y a la oficina de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres la intervención urgente, ya que el taponamiento de los sistemas de desagües por la sedimentación en las partes altas genera incluso inundaciones de algunas viviendas en el barrio La Piñuela.
Durante el mandato de Jesús Antonio Sánchez Clavijo, en el año 2013, se invirtieron $23.600 millones, para la adecuación de un box coulvert con el fin de canalizar las aguas servidas y las lluvias, pero el problema está latente, según explicó el líder comunal Omar Emiro Manzano Ibáñez.
Los afectados manifiestan que no se planificó bien la inversión de hace 10 años para solucionar el problema de saneamiento básico ambiental.
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“El proyecto inicial era recoger todas las aguas y conectar con la Circunvalar. La plata supuestamente no alcanzó y dejaron a medias, ya que la misma estructura se pudo haber utilizado para facilitar el transporte con la carretera nacional”, reiteró.
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