Proponen una negociación
El vocero de los invasores, Julián Orozco, manifiesta que el movimiento lo impulsa mucha gente humilde cansada de pagar arriendos, con la ilusión de contar con una vivienda propia. “La mayoría viven del rebusque diario, con actividades informales y en muchas ocasiones no tienen para comer, entonces se les dificulta pagar a los inquilinos”, señala. La intención es adquirir estos terrenos vacíos y buscar con el Gobierno los recursos para levantar las soluciones habitacionales.
“No tenemos ni dónde caernos muertos, rogamos que nos ayuden en este propósito. Al menos que lo vendan, lo podemos pagar con los arriendos cuota por cuota para tener una vivienda digna”, puntualizó.
Por su parte, Mónica Guerrero, madre de familia integrante de la Asociación manifiesta que existe muchas familias necesitadas en la región producto del desplazamiento forzado y el fenómeno migratorio.
“Al mandatario local que se ponga la mano en el pecho, ya que estamos durmiendo a la intemperie, tenemos niños que se puede enfermar de problemas bronquiales”, dice Guerrero.