La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Ocaña
Indisciplina social en Ocaña: ciudadanos no implementan protocolos de bioseguridad
El Escuadrón Móvil Anti-COVID adelanta operativos en los lugares céntricos de la ciudad para imponer comparendos.
Authored by
Image
Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Miércoles, 28 de Julio de 2021

Ante la disminución de los contagios de COVID, la alerta roja pasó a naranja en la red pública hospitalaria del municipio de Ocaña.

La ocupación de las camas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Emiro Quintero Cañizares disminuyó al 40%, lo que facilita reactivar los distintos servicios en el centro asistencial.

“No hay que bajar la guardia para frenar la velocidad de contagio y el grado de letalidad, pues observo a muchas personas relajadas quienes no utilizan los elementos mínimos de bioseguridad”, indicó el agente interventor del centro asistencial, médico cirujano, Yamil Roberto Blel Cervantes.

La preocupación radica en la indisciplina ciudadana en Ocaña, porque algunos moradores no cumplen con los protocolos de bioseguridad.

La enfermera jefa, Samira Angarita Castro, manifiesta que avanza el Plan Nacional de Inmunización para mitigar los riesgos. “Es fundamental la aplicación de los biológicos en cada uno de los grupos etarios para disminuir la propagación”. 

El objetivo es terminar el acopio de vacunas que tenemos actualmente en reserva , según el ministro de Salud. / Foto: Colprensa

 

Hablan los expertos 

El médico especialista en terapia neural, Juan Carlos Jiménez Illera hizo un llamado para actuar de manera responsable. “Aquellos que no usan tapabocas y se abstienen de vacunarse se constituyen en una amenaza para la salud pública del entorno, la familia, la región, el país y el mundo. Infortunadamente no han entendido lo grave, lo agresiva, el impacto y la mortalidad. Las personas que hacen eso no tienen conciencia, no se aman, no se quieren a sí mismas y tampoco a sus semejantes”.

Por su parte, el médico internista Héctor Eduardo Quintero Navarro manifiesta que  lo importante es enfatizar a esas personas  que el virus es una realidad que está causando muerte y desolación.

“La vacunación es una forma de mitigar esta catástrofe. Existen muchos mitos sobre la infertilidad que ocasiona, que les dicen a ellos. Cuando se fabrican vacunas se realizan los estudios correspondientes para valorar su efectividad, éstos se basan en la respuesta del sistema inmunológico y esos ítems como la infertilidad no se tiene en cuenta ya que no tiene ningún sentido, puesto que las células de defensas trabajan para cuidarnos de evitar o controlar infecciones y la fertilidad se encuentra en otros sistemas ajenos al inmunológico. O sea que son cosas que la gente del común inventa y se pasa la falsa información de uno en uno”.

El dermatólogo Fernando Torrado de la Rosa indica que eso es "irresponsabilidad, necedad y estupidez por creer lo que dicen los ignotos. Que vayan a su EPS y pidan asesoría profesional. Son creencias mal infundadas, sin ningún acervo científico por la inadecuada información.

Los que sí aplican las medidas

Carlos Jorge Vega considera que el tapabocas es necesario en momentos cuando haya personas muy cerca en el entorno, de lo contrario es mejor respirar libremente y evitar problemas a nuestros pulmones.

“Hay posturas  muy respetables sobre las vacunas, algunas obedecen a creencias religiosas, en mi caso, yo soy amigo de las vacunas, por eso tengo aplicadas las dos dosis. El virus existe y muestra de ello es la gran cantidad de personas que han fallecido, por eso debemos tener mucho cuidado con nosotros, pues cuidándonos, cuidamos a los demás". 

Geovanny Torres asegura que le parece que es de una ingenuidad infinita. “El 99 % de la humanidad es consciente de la pandemia y la confronta. El restante aplaude al COVID-19

Geovanny Mejía Cantor señala que las personas que no emplean tapabocas y no quieren aplicarse la vacuna, están procediendo con imprudencia frente a la sociedad  pues desconocen la evidencia de la forma rápida como se despliega el virus y sus afectaciones a la humanidad.

Sael Páez Lozano, cree que es irresponsable esa manera de pensar pues el mundo entero ha utilizado estas medidas para contrarrestar el virus y ha funcionado. “Considero que las personas deberían creer menos en las redes sociales y más en la realidad acatando las recomendaciones en el buen uso del tapabocas, distanciamiento social, lavado de manos y la asepsia de los lugares.

Muchas personas mayores de 40 años aseguran que se abstienen de usar tapabocas y aplicarse la vacuna por aquellos mitos infundados a través de las redes sociales./ Cortesía/ La Opinión

 

Los incrédulos 

Muchas personas mayores de 40 años aseguran que se abstienen de usar tapabocas y aplicarse la vacuna por aquellos mitos infundados a través de las redes sociales.

El más recalcitrante es el comerciante, Rubén Darío Navarro, pues afirma que no se hicieron los estudios suficientes en los laboratorios para lograr la vacuna. “Únicamente me dejo aplicar la dosis cuando la policía me lleve a palo, pues he escuchado muchos conceptos científicos de médicos que se desligaron de la Organización Mundial de la Salud para alertar a la humanidad que el proceso requiere entre 5 a 10 años. Para nadie  es un secreto que es muy prematuro y todos sabemos que son mecanismos empleados para reducir en un 20 o 30 por ciento de la población total que crece desbordadamente y se quiere atacar la esterilidad”. 

 Tampoco es partidario del uso del tapabocas y la mascarilla, pues considera que "volvemos a respirar el veneno. Acidificamos el cuerpo, después de 4 horas de uso se humedece y es el caldo de cultivo de las afectaciones respiratorias. Es un peligro para la humanidad”. 

Rubén Darío Navarro. / Cortesía/ La Opinión

 

La misma concepción la tiene el propietario de una tienda, Rolando Sánchez, pues no cree en los biológicos. “Nos han tomado como conejillos de indias, están haciendo las pruebas en el ser humano. La vacuna es el mismo virus que se inyecta y si no tenemos anticuerpos podemos morir. Si van a pedir los dichosos carnés para viajar, pues no lo hago, pero no tomo riesgos”. 

El ciudadano Jesús Quintero manifestó que “ni loco” acudirá a los puestos de vacunación. “Me da mucho miedo por los efectos posteriores, ya que pueden esterilizar. No uso tapabocas porque soy alérgico a esa pelusa que suelta y puede generar problemas respiratorios y oftalmológicos”. 

Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion

Las personas no creen en el virus. / Cortesía/ La Opinión
Temas del Día