La Secretaría de Vías, Infraestructura y Vivienda de Ocaña adelanta trabajos de primeros auxilios y obras de mitigación en el Templo San Diego de Boquiní, ubicado en el corregimiento de Pueblo Nuevo.
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Desde hace varios años la comunidad solicitaba la reparación de la histórica capilla, cerrada a los oficios religiosos durante la pandemia por razones de seguridad, ya que temblores y torrenciales aguaceros deterioraron la estructura poniendo en riesgo a los feligreses.
“En aras de conservar el importante patrimonio del centro poblado, en estos momentos se ejecutan acciones de desmonte de las naves laterales para instalar una cubierta provisional que permita el uso de la iglesia. Con recursos propios se invierten 85 millones de pesos y posteriormente, se instalarán las tejas de manera definitiva”, indicó el ingeniero Yorbi Franco Téllez de la secretaría de Vías e Infraestructura.
Para este proyecto se han gestionado recursos con la Gobernación de Norte de Santander, pero actualmente se están utilizando de la administración municipal para salvaguardar la infraestructura.
Además, se ha contado con la ayuda de la comunidad para conseguir elementos propios del sector, como la caña brava, y así organizar el andamiaje que se adapte a la arquitectura colonial.
“Complementariamente, la Alcaldía participa en la convocatoria Impuesto Nacional al Consumo del Gobierno departamental en la que ya ha sido seleccionada para obtener recursos adicionales y culminar las acciones de recuperación de este importante patrimonio cultural de los ocañeros”, informó el secretario de Educación, Cultura y Turismo, Raúl Rolando Castro Ojeda.
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Luis Eduardo Díaz, presidente comunal, precisó que los habitantes del sector de Pueblo Nuevo han colaborado activamente en este proyecto, por lo que esperan que pronto se pueda contar nuevamente con la iglesia en servicio para llevar a cabo las actividades religiosas y unir a toda la comunidad.
Una reliquia arquitectónica
El secretario de Educación, Cultura y Turismo, Raúl Rolando Castro Ojeda manifestó que una vez legalizados los títulos se logró la asignación de los recursos para la recuperación de los techos del templo.
Inicialmente se instaló un techo provisional de zinc a la espera de otras partidas con un costo aproximado de 350 millones de pesos para solventar el problema. “Es un atractivo turístico que se debe conservar como patrimonio donde se requiere el aval del Consejo Departamental de Cultura para su intervención total”, añadió.
La construcción del templo data de 1797 y los historiadores aseguran que la declaratoria como patrimonio cultural departamental se dio en el 2003, sin embargo, se ha convertido en un obstáculo para la intervención, ya que se requiere del aval de la mesa técnica.
El líder comunal señala que fue un templo de adoctrinamiento que los mismos indígenas ayudaron a construir.
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“Pueblo Nuevo es un corregimiento turístico donde se implementa la ruta del café y las mujeres artesanas tejen los hilos del fique para exportar a otras partes del mundo. Sus calles empedradas reciben a muchos visitantes, pero no tiene dolientes a la hora de una inversión”, dijo Díaz.
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