La capacidad para detectar vida husmeando entre escombros llevó a ‘Thor’ a un curso de adiestramiento canino para identificar, mediante muestras de sudor de contagiados, la COVID-19 en Ecuador, uno de los países más golpeados por la pandemia en Latinoamérica.
Quince perros de razas Golden Retriever y Pastor Alemán y Belga, de entre ocho meses y tres años de edad, se forman rastreando pequeñas bolas de algodón impregnadas del sudor de las axilas de contagiados que están en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
En otras naciones se utilizan aromas artificiales similares a los del sudor de un enfermo.
Junto a su guía, el cabo Elvis Burgos, de la Fuerza Aérea, ‘Thor’ -un Pastor Belga de ocho meses de edad- adquiere destrezas para reconocer al coronavirus, que deja en el mundo unos 180 millones de casos y cuatro millones de fallecidos.
Otros 14 "binomios" de la Cruz Roja, Bomberos, Ejército y Marina hacen parte del primer curso experimental para olfatear la COVID-19, que en Ecuador deja cerca de 21.500 muertos y más de 453.000 contagios (2.374 por cada 100.000 habitantes).
"El perro nunca se equivoca. Cuando identifica un aroma, nunca falla", indica Burgos mientras acaricia a ‘Thor’, que sentado lo mira fijamente.
Para aglomeraciones
Dirigidas por especialistas caninos franceses, las clases se desarrollan en el área de bodegas del estatal Hospital Pablo Arturo Suárez (HPAS), ubicado en el norte de Quito y designado "centinela" para la lucha contra el virus desde que su presencia fue declarada en el país en febrero de 2020.
El programa "lo tenemos en Francia, Líbano, Bélgica, Suecia y Emiratos Árabes. Queremos compartir estos conocimientos en Ecuador", expresa a la AFP el comandante Phillipe Sallenave, de la Protección Civil para América del Sur de los Bomberos franceses.
Gracias al acertado olfato de los perros, la estrategia permitirá la identificación de portadores de COVID-19 más rápido que los test para evitar secuencias de propagación.
"El objetivo es que puedan reconocer la presencia del covid sobre todo en pacientes asintomáticos y en sitios de concentración masiva", indica a la AFP Denis Maigua, director de Operaciones del Servicio de Gestión de Riesgos (Defensa Civil) de Ecuador.
Y para el aprendizaje de los perros, con preparación previa en localización de personas vivas y detección de explosivos y drogas, las muestras del virus sobran. Alrededor de 200 camas del sanatorio-escuela (incluidas 46 de UCI) están por ahora ocupadas.
Quito, con 2,8 millones de habitantes, es la ciudad ecuatoriana más azotada por el coronavirus con unos 150.000 casos frente a 44.000 del puerto de Guayaquil (suroeste), que hace un año sufrió el colapso de los sistemas sanitario y funerario por la pandemia.