Un intercambio de mensajes entre Tyler Robinson, de 22 años, y su pareja reveló la planificación del ataque que terminó con la muerte del comentarista conservador Charlie Kirk. En esas conversaciones, el acusado expresó su intención de no dejar evidencia y justificó su acción al señalar que estaba “harto del odio” del activista.
Robinson describió en los mensajes cómo había escondido el rifle y cómo planeaba recuperarlo sin ser descubierto. También hizo comentarios sobre las posturas políticas de su padre, simpatizante del movimiento MAGA, y bromeó sobre inscripciones en las balas. Su pareja —quien era además su compañero de cuarto— reaccionó con sorpresa y preocupación, sin dimensionar la magnitud de lo que planeaba.
Tras presuntamente cometer el crimen, Robinson se entregó voluntariamente el 11 de septiembre en la Oficina del Sheriff del Condado de Washington. Llegó acompañado de sus padres y un amigo de la familia, quienes lo convencieron de asumir su responsabilidad. Según la fiscalía, enfrenta cargos de asesinato agravado y obstrucción a la justicia.
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Fiscalía de Utah pide pena de muerte para joven acusado de asesinar a Charlie Kirk
El fiscal del distrito, Jeff Gray, confirmó que Robinson enfrenta siete delitos, entre ellos asesinato agravado, que en Utah contempla la pena de muerte o, en su defecto, cadena perpetua sin libertad condicional. Durante la primera audiencia, realizada de manera virtual desde la cárcel de Spanish Fork, el acusado se mostró tranquilo, vestido con un chaleco verde del programa de prevención de suicidios, y se limitó a confirmar su nombre.
La acusación sostiene que Robinson actuó con motivación política y que disparó un rifle de caza a unos 180 metros de distancia, alcanzando a Kirk mientras participaba en un debate frente a unas 3.000 personas en el campus de la Universidad de Utah Valley, en Provo.
Además del cargo principal, el joven enfrenta dos señalamientos por manipulación de testigos —en este caso, su pareja, a quien habría pedido destruir pruebas y guardar silencio—, dos cargos por obstrucción a la justicia y uno adicional por cometer un delito en presencia de un menor.
El juez Tony Graf fijó una nueva audiencia para el próximo 29 de septiembre.
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