El artista, conocido por hacer dúo con Rómulo Caicedo, promociona un nuevo sencillo ‘Dejé a mi moza’.
“El Romancero del Norte, así me llamo”, dice el hombre que es muy conocido en Cúcuta y en Venezuela por su música de despecho. Él asegura que son contadas las personas que saben su nombre bautismal. Solo pide que lo llamen ‘El Romancero del Norte’.
“Es mejor así, pues con ese nombre quiero que me conozcan”, asegura este tolimense, nacido en Frías y quien hace 13 años llegó a Cúcuta con todo su talento musical.
Desde muy niño mostró su buena voz y por eso sus profesores lo pasaban al frente a cantar, porque les gustaba como entonaba las canciones. Este hombre es muy feliz al decir que mientras estaba tocando en un bus en Bogotá, su voz fue escuchada por el maestro fallecido Rómulo Caicedo, quien le dio una tarjeta, halagándolo porque cantaba muy bien el requinto.
“Me alegré mucho y fui hasta la casa de él y grabamos una canción y estuvimos juntos en varios lugares”, dijo el hombre, quien contó que en 2007 decidieron unir sus voces para grabar la canción ‘Consejos de mi padre’, donde hicieron un video en la villa histórica, de Villa del Rosario.
Así mismo, ‘El Romancero del Norte’, ha tenido la oportunidad de grabar canciones con el cantante de música popular Francisco Gómez y música carrilera con el fallecido Gabriel Raymon.
Actualmente este hombre, de 51 años, promociona su canción ‘Dejé a mi moza’, que pueden escuchar en todas las plataformas digitales.
También tiene otras canciones, como ‘Los tropiezos del amor’, ‘Amor Fingido’, ‘El Pelito’, ‘Por cárcel’ ‘Tus brazos’ ‘Injusta Ley’, ‘El parrandón’, siendo un éxito en su repertorio, que ha logrado llevar a diferentes municipios de Norte de Santander.
Por ahora, su tiempo se lo dedica por completo a la música y es feliz con su inspiración que llega así de la nada y se sienta a escribir para lograr una canción de despecho.
“No paro de hacer música y siempre tendré canciones para que escuchen”, agregó ‘El Romancero del Norte’, así es como se encuentra en las redes sociales, para quienes quieran seguir sus pasos.