Lo que inició como una salida de celebración para Juan Carlos Jaimes Pérez se convirtió en una completa tragedia para su familia, quienes ahora lloran y lamentan su muerte.
Y no es para menos: al joven de 19 años, un accidente de tránsito le arrebató la vida, la noche del lunes, en el Anillo Vial Oriental, cerca de la entrada al puente internacional Atanasio Girardot.
El siniestro se reportó hacia las 8:30 de la noche. Cuando las autoridades de tránsito de Villa del Rosario fueron alertadas sobre el aparatoso hecho, arribaron al lugar, encontrándose con una escena desgarradora: el cadáver de Juan Carlos estaba en el separador y metros más allá quedó otra persona que lo acompañaba.
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Lo habría arrollado
Según conocieron las autoridades, la víctima habría salido de su casa en Los Patios, en su motocicleta AKT, de placa YDY-686, con un amigo y un familiar, hacia un centro comercial por el Anillo Vial Oriental.
Durante este trayecto, Juan Manuel Moreno Delgado, quien conducía un carro Mazda 6, de placas MNR-721, se acercó a dos motocicletas que iban delante de él; una de ellas era conducida por Jaimes Pérez.
Según relataron testigos del hecho, el chofer del carro, quien, al parecer, conducía a alta velocidad, intentó adelantar de manera abrupta a los motorizados, sin medir las consecuencias.
Aparentemente, en ese momento que ejecutó la maniobra, golpeó la parte trasera de la moto de Juan Carlos, haciendo que el parrillero saliera expulsado hacia un lado de la carretera, mientras que la otra motocicleta sí logró esquivar al vehículo, evitando ser impactada
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Pero el accidente no concluyó allí. Según versiones, “la AKT quedó prensada a la parte delantera del Mazda, y en vez de frenar el carro, el conductor simplemente aceleró y se llevó al muchacho contra los árboles del separador”.
Aquel acto desconcertante dejó como saldo la muerte de Juan Carlos Jaimes y dos heridos: el dueño del vehículo y el parrillero, quienes fueron trasladados a centros hospitalarios.
Aunque el deceso del joven, de 19 años, les causa un gran desconsuelo a sus familiares, ellos aseguraron que, “él murió haciendo lo que le hacía feliz. Ese día iba a celebrar que había empezado a manejar una nueva mula”.
Pese a que esa celebración nunca se logró dar, sus padres no dudaron en recalcar que en sus cortos años de vida, se dedicó a hacer lo que más le gustaba: conducir camiones y viajar, sin dejar que nada opacara su sueño.
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