Desde hace dos días, los familiares de Wilmer Humberto Suárez Judex están viviendo un ‘calvario’ y todo por cuenta de una banda delincuencial dedicada al ‘secuestro expres’ que tiene azotada a Cúcuta y el área metropolitana, bajo la mirada inerte de las autoridades.

El hombre fue secuestrado la mañana del viernes, en la vía a Puerto Santander, por un grupo de personas armadas que lo llevó a una zona boscosa, dónde le tomaron unas fotos y videos, para enviárselos a un integrante de la familia.

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Wilmer Humberto, con evidentes gestos de pánico y desconcertado por lo que le está pasando, además de tener las manos amarradas y sin zapatos, mira a la cámara, mientras que uno de los secuestradores le manda un mensaje a los familiares para que paguen para poderlo dejarlo en libertad.

Con esas pruebas los delincuentes le exigieron a la familia el pago de $10 millones, a cambio de su liberación.

Pero como los parientes de la víctima no cuentan con los recursos suficientes, no han podido cumplir con la exigencia y ayer, al cierre de esta edición, Wilmer Suárez no había regresado a su casa, aumentando más la angustia.

“Esa gente cree que tenemos dinero, pero no es así, lo único que pedimos es que no le hagan daño y lo liberen. Wilmer solo es el conductor de una grúa, que gana un sueldo”, señaló uno de los familiares de la víctima.

¿Cómo lo secuestraron?

La familia de Wilmer Humberto conoció que él recibió una llamada, en la que le pidieron un servicio para ir a recoger un carro que presentaba fallas mecánicas en la vía a Puerto Santander, al parecer, por la vereda Patillales.

El hombre de inmediato salió a atender el servicio y cuando llegó al punto que le habían señalado, se habría encontrado con varias personas armadas, que se lo llevaron para una zona boscosa.

Como los minutos pasaban y Suárez Judex no se comunicaba con su jefe ni con nadie de la familia, el dueño de la grúa decidió verificar en el sistema de seguridad que le tienen al automotor, percatándose donde estaba el vehículo, por lo que de inmediato salió a verificar qué había pasado y no encontró al chofer.

Hacia el mediodía del viernes, a un familiar le llegaron los videos y las fotos de Wilmer, por lo que así se dieron cuenta de que lo tenían secuestrado.

Una nueva modalidad

Wilmer Suárez cayó en la trampa que desde hace menos de un año viene haciendo la delincuencia en Cúcuta y el área metropolitana, que consiste en llamar a diferentes empresas o personas solicitando el servicio del trabajo que ofrecen.

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“Pero hasta hace unos dos o tres meses, se sabía que las llamadas las hacían desde las cárceles y mandaban a las personas a sitios como Sardinata, La Sanjuana, vía a Ocaña, Durania, La Donjuana, entre otros, una vez la víctima llegaba las volvían a contactar y les decían que hablaban con comandantes de la guerrilla y ahí, mediante el enlace de llamadas con familias, les pedían dinero y que lo enviaran por giros o consignaciones”, contó una fuente judicial.

Agregó: “pero ahora estamos viendo que hay bandas dedicadas a esto, pero se hacen presentes en los sitios donde hacen llegar a las víctimas y se las llevan, haciéndoles quitar los zapatos y amarrándolas, para luego tomarles fotos y videos, así presionan a que las familias paguen más rápido. Además, lo están haciendo con personas de otras ciudades, que las hacen venir a Cúcuta”.

Ya serían varios casos que las autoridades han conocido, pero hasta el momento no se hay una acción contundente para frenar esta problemática.

Se conoció que el viernes también fue secuestrada una persona que vino desde Valledupar (Cesar), porque le iban a comprar su carro, pero cuando llegó al punto que le dijeron en la vía a Puerto a Santander, se la llevaron y luego de que la familia les pagó una fuerte suma de dinero, la soltaron.

Hasta el cierre de esta edición, ninguna autoridad había querido referirse sobre estos hechos, que hoy tienen en la incertidumbre a una familia cucuteña.

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