Globos blancos, cintas de color morado, en señal de luto, y pancartas con mensajes pidiendo la exclusión del conflicto armado, así como de paz y tranquilidad, fueron los acompañantes de los habitantes de San Calixto, la tarde de ayer, en medio del rechazo por la muerte de Salustriana Martínez, la mamá del exalcalde de este municipio, quien recibió seis impactos de bala, la noche del lunes, en un hostigamiento a la Policía.
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Los niños sostenían los mensajes de las pancartas, mientras acompañaban la oración y las peticiones de paz de los residentes, frente a las instalaciones de la estación de Policía, donde constantemente son atacados los uniformados que prestan su servicio en esta población del Catatumbo.
La comunidad se reunió en voz de rechazo y de oposición a estos hechos de violencia, que se convirtieron en una constante en esta región de Norte de Santander.
En el hecho también resultó herido el subintendente John Jairo Barrera Sepúlveda, quien tuvo que ser trasladado a un centro médico en Cúcuta.
José Luis Franco Pinzón, personero de San Calixto, aseguró que vivieron momentos de pánico durante casi una hora que duró el enfrentamiento entre miembros de un grupo armado ilegal y la Policía.
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“El enfrentamiento duró cerca de 55 minutos, los grupos al margen de la ley avanzaron hasta el casco urbano y la Policía repelió el ataque. La señora de amplia trayectoria y reconocimiento en la localidad, muy católica, fue impactada por la espalda. Las balas caían en las puertas, ventanas y vehículos del sector”, aseguró el funcionario.
Recordó que Martínez, quien acababa de salir de una misa de acción de gracias por su cumpleaños, cayó gravemente herida frente a su vivienda, por lo que no dudó en ponerse su chaleco antibalas, pedir un alto al fuego para auxiliarla y llevarla al centro médico, aunque ya no había nada que hacer por su vida, la mujer murió.
Franco dijo que la población está afectada psicológicamente y, además, hizo un llamado a los bandos que están enfrentados en el conflicto para que respeten los derechos humanos y algunos tratados internacionales, en los que se habla de la exclusión de la población civil de la confrontación armada.
“No se pueden tomar las calles de los municipios como si fueran un campo de batalla y menos en zonas donde funciona la Casa de la Cultura, el templo y establecimientos comerciales abiertos al público”, insistió.
Entre tanto, Diego Villamizar, defensor de los derechos humanos, rechazó el hecho y aseguró que es necesario implementar la fumigación de las más de 40.000 hectáreas de coca que hay en Norte de Santander, para acabar con la “preocupante situación del Catatumbo”.
“No podemos tener más miembros de la Fuerza Pública y civiles asesinados a manos de los narcoterroristas que solo generan miseria en la región”, dijo Villamizar.
El defensor de derechos humanos insistió en que, el narcotráfico, sumado al fenómeno de crimen trasnacional, así como la presencia de carteles de drogas mexicanos y cartel de los Soles, son los que controlan los grupos de la disidencia de las Farc, el Eln y Pelusos.
“Hacemos un llamado al Gobierno nacional para que autorice la fumigación y que Norte de Santander sea el primer departamento priorizado en iniciarlo”, dijo Diego Villamizar.
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El sacerdote Angelmiro Sánchez Cáceres, sobrino de Salustriana Martínez, recordó que su familiar era seguidora de la iglesia y pidió que se adopten sentimientos de reconciliación y paz por el bienestar de los habitantes del Catatumbo.
“Son sentimientos de pesar, a través de la historia nuestros municipios han sido azotados por la violencia y mire la manera en la que la muerte sorprende a una humilde seguidora de la iglesia, yo me pregunto, ¿Qué tienen estas personas en su corazón?”, dijo el religioso, que está en España.
El padre elevó las plegarias para que vuelva la tranquilidad en esta zona. “Sembremos más amor y menos odio en nuestros corazones para la seguridad de los niños, jóvenes y adultos mayores. La solución no está en las instituciones y cada quien debe buscar la transformación en el interior del hombre. Surge de una descomposición de las familias y debemos educar a los menores en un ambiente social favorable para evidenciar la paz”, dijo.
Deisy Mavel Díaz Torrado, defensora regional del Pueblo, expresó su rechazo a través de un comunicado. Además, dijo que este año se han registrado ataques sistemáticos contra las estaciones de Policía en el Catatumbo.
“Solicitamos a los grupos armados a mantener al margen de este conflicto a la población civil, y a las autoridades, a tomar las medidas pertinentes para proteger a los habitantes de la región”, dijo Díaz.
Por su parte, el coronel Carlos Martínez, comandante de la Policía de Norte de Santander, aseguró que estos ataques indiscriminados no van a ocasionar que la institución salga de ningún municipio del departamento.
Las autoridades le atribuyeron a la disidencia del frente 33 de las Farc el ataque de la noche del lunes.
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