Del homicidio de Yudabra Yudeysi Benavides Nieto, en Puerto Santander, solo quedó la incertidumbre de no saber quiénes fueron los encargados de apagarle la luz a la mujer, de tan solo 24 años, que en el pueblo era conocida como un ser espléndido y sin problemas.
Por eso, un mes después del homicidio, su mamá sigue buscando respuestas. Entre el vaivén de visitar la Fiscalía buscando explicaciones y justicia, tan solo le queda esperar que los investigadores establezcan quién la asesinó y por qué.
“Lo de mi hija no puede quedar así. Ella era una muchacha que no se metía con nadie”, entre lágrimas sostuvo la mamá de Yudabra.
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Minutos antes al homicidio
La mujer y su hija nunca cortaban comunicación. Minutos antes de la tragedia del pasado 4 de marzo, ella estaba hablando con la joven y le contó lo que haría en el transcurso de la mañana.
“Ella me contó que se iba a sacar las cejas y luego iba a ir a la tienda para comprar unas papas. Estaba haciendo una sopita de pollo para el bebé porque a la 1:00 de la tarde iba con la suegra para el cementerio”, recordó la mamá de la víctima.
Pero minutos más tarde, Benavides Nieto fue encontrada sin signos vitales sobre la cama de su casa, al parecer, luego de robarle su moto y teléfono.
Las motos
De acuerdo al testimonio de la mamá de la mujer, en enero, después de celebrar año nuevo con su familia en Venezuela, a Yudabra le habían robado su primera moto. Aunque ella presentó la denuncia y salieron a buscarla, nunca apareció.
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Días después, en ese mismo, su pareja sentimental que ya estaba en Estados Unidos le regaló otra moto para su cumpleaños, la misma que en marzo de este año le robaron a la joven.
Luego del homicidio, en redes sociales circuló un video donde hombres en una lancha encontraron el automotor de la joven, tirado en el río.
“¿Qué hay detrás?”, es la pregunta que la mamá de la joven espera que los investigadores puedan establecer, para que la muerte de su hija no quede impune.
¿Cómo sucedió?
Como era parte de su rutina, Yudabra llevó a las 8:00 de la mañana a su hijo al colegio campestre que está cerca de su casa, en el barrio Nuevo Mundo, de Puerto Santander y luego de dejarlo, se regresó a la vivienda a esperar que llegara el mediodía para recogerlo.
Sin embargo, cuando fueron las 12:00 p. m., ella nunca fue por su hijo, lo que se le hizo extraño a los docentes que acompañaban al menor.
Por eso, los profesores fueron hasta la casa de Benavides Nieto y ahí fue cuando la encontraron muerta.
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