“La plata se le debe es a traquetos, a matones”. Esta frase que obtuvieron las autoridades a través de algunas interceptaciones telefónicas de Mónica Alejandra Núñez Vergel, hace parte del material probatorio que los investigadores judiciales usaron contra una estructura dedicada al lavado de dinero, producto de actividades ilegales.
Los hermanos Diego Fabián y Mónica Alejandra Núñez Vergel, junto a su pareja, Edwin Saúl García Castellanos, fueron detenidos por la Policía Fiscal y Aduanera en conjunto con la Fiscalía, por concierto para delinquir con fines de lavado de activos.
La red tenía una empresa fachada denominada La Buena Promesa SAS, ubicada en Villa del Rosario, que aparentemente funcionaba como una comercializadora de productos alimenticios, bebidas y tabaco, pero que en realidad era una tienda de barrio.
Mónica Alejandra, era quien adquiría divisas y hacia transacciones comerciales por ser la representante y propietaria de la empresa fachada.
Según se conoció, los detenidos argumentaban la presunta labor comercial de La Buena Promesa para mantener conexiones desde Hong Kong (China) y Turquía, para legalizar el dinero, producto de actividades ilegales.
La organización, presuntamente lavó $82.560 millones de pesos entre septiembre de 2016 y junio de 2017.
Cabe destacar que el dinero recibido en la cuenta corriente de la empresa aparentemente fue girado mediante 428 cheques en favor de terceras personas de escasos recursos, que no tenían la calidad de proveedores o clientes de la misma. Así, buscaban tener una apariencia de legalidad a los recursos ilícitos a su ingreso a Colombia y luego transformarlos en dinero en efectivo.
Además, las autoridades determinaron que La Buena Promesa SAS, tampoco registraba operaciones de comercio relacionadas con importaciones y exportaciones que justificaran el ingreso de dichos montos.
Según las autoridades, esta millonaria suma fue retirada por varias personas de estratos 1 y 2 del Sisbén, en diferentes ciudades del país a través de 428 cheques; estas personas no tenían una actividad comercial que sustentara dicha cantidad de dinero.
Entre las evidencias que tiene la Fiscalía está que una persona, que se dedica al mototaxismo, hizo 222 transacciones por un valor de $45.710 millones. Entre tanto, un trabajador de un call center, alcanzó a retirar $17.525 millones.
Los detenidos fueron imputados por concierto para delinquir y lavado de activos. No obstante, las autoridades adelantan rigurosas investigaciones para establecer la participación de otras personas en la estructura.
Millonarios transportes
Los investigadores judiciales también conocieron de los millonarios movimientos clandestinos que hacía la mujer detenida, a través de una llamada que fue interceptada, en la que le confesó a otra persona el hecho.
“Hay que tener malicia. Yo le transporté a Diego más de 7.000 millones de pesos en la camioneta, pero estaba pendiente, miraba para un lado y otro; yo me montaba, echaba seguros y hágale, no paraba ni en los semáforos, uno tiene q estar en la que es”, le repite la mujer a su receptor en la llamada telefónica, al parecer, en medio de un reclamo por un dinero.
Por ahora, las autoridades avanzan en rigurosas pesquisas contra esta práctica ilegal, que constantemente genera millonarias ganancias para los narcotraficantes que extienden el jugoso negocio ilegal a diferentes partes del mundo.
Las capturas
Según se conoció, mientras los policías de la Polfa, en conjunto con la Fiscalía, estaban capturando a los hermanos, la mujer llamó a Edwin García para contarle lo que estaba sucediendo, por lo que él le aseguró que viajaría a Cali desde Cúcuta, por lo que las autoridades adelantaron de inmediato un operativo y lo detuvieron en el aeropuerto antes de que viajara.