Para la familia de Aron Javier Castillo Quiñónez la emoción de los disfraces y salir a pedir dulces por las calles quedó marcada por el dolor de su pérdida el pasado sábado, cuando cayó por un canal, mientras trataba de agarrar una chancleta que se la había llevado el agua.

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El hecho se presentó a las 4:30 de la tarde en la calle 5 con avenida 6 del barrio 7 de agosto, cuando el menor venezolano, de 11 años, jugaba con una de sus hermanas afuera de su casa. Al caerse su chancleta su reacción inmediata fue recuperarla, pero lo peor sucedió. La fuerte corriente que se formó a pocos metros de un canal de aguas lluvias lo arrastró.

Los vecinos le gritaron que no se atreviera a pasar y se quedará en el andén porque el agua se lo podía llevar y el canal no tiene rejillas que impidan que alguien sea arrastrado. No obstante, el menor no hizo caso y siguió en su inocente  intento por recuperar la chancleta.

“Le gritamos que no pasará. Él estaba ahí en un poste de luz y siguió caminando para conseguirla. Él se cayó de espaldas y se lo llevó el agua por el canal. Trató de agarrarse de una columna del porche de una casa, pero las manos se le resbalaron” explicaron los habitantes de este sector de la ciudadela Juan Atalaya.

Lo buscaron en los canales

Al conocer el trágico hecho, las autoridades encendieron las alarmas y comenzaron la búsqueda, en la que participaron cerca de 80 miembros de la Unidad para la Gestión del Riesgo, Cruz Roja, Defensa Civil, Bomberos y Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).

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En gran parte del operativo estuvo presente la madre de Aron Javier, quien no paraba de llorar al ver como su menor podía estar muerto en cualquiera de los puntos con los que tiene conexión el canal. Los expertos en búsqueda y rescate iniciaron labores sobre las 5:00 de la tarde en el puente del barrio Belisario Betancur, ubicado en la avenida 8 con calle 18, el cual se ubica a unas pocas cuadras de la casa del menor.

El rastreo se extendió hasta las 10:30 de la noche del sábado y el domingo a las 6:00 de la mañana el operativo de búsqueda se reanudó y se siguió la ruta hasta llegar al barrio La Fortaleza, donde se encontró el cuerpo sin vida del menor.

El lamentable hallazgo

Aron Steven estaba enredado entre unas ramas en la quebrada La Tonchalá. Los expertos recomendaron, en el momento, no dar la trágica noticia a la familia, pero el corazón de la madre se les adelantó y la tragedia tuvo que ser confirmada por allegados que participaron voluntariamente en las cerca de 10 horas de búsqueda.

Según fuentes judiciales, el cuerpo fue arrastrado desde el barrio 7 de agosto, pasó a el sector de  La Cañada (parte baja), siguió el rumbo del agua hasta las Torres de Estoraques, Pleno Sol y terminó, enredado entre la maleza,  en La Fortaleza.

Miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) llegaron a la zona para el levantamiento del cadáver, el cual fue transportado a Medicina Legal, mientras que la Oficina de Control Urbano, compuesta por las secretarías municipales de Gobierno y Planeación, avanzan en la investigación para determinar si la construcción arbitraria de muros en el canal ocasionaron el trágico hecho.

Huber Plazas, secretario de Gestión de Riesgos de Cúcuta, señaló que se han iniciado investigaciones en la zona donde se adelantará el proceso de  sanción y demolición de los cerca de 100 metros de muro a lo largo del canal en el que cayó el menor.

Por su parte, Jairo Yáñez, alcalde de Cúcuta, visitó a los padres del niño para extender su apoyo. El mandatario le dijo a La Opinión que se adelantarán campañas pedagógicas en la zona para que los padres no descuiden a sus hijos. “Se busca analizar la gravedad que acarrea la construcción de los muros en el paso del canal para que los propietarios demuelan y sean multados” añadió Yáñez.

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Aron Javier tenía autismo, una condición mental que le hacía percibir el mundo de una forma diferente a los demás. Siempre será recordado por su familia como un amante de los videojuegos y un niño sonriente.

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