Los episodios de violencia protagonizados por bandas criminales que con balas y muerte quieren imponer sus reglas, tienen sumido en el silencio y la zozobra a la comunidad del corregimiento de Aguaclara, zona rural de Cúcuta.
Ayer a las 5:15 de la madrugada, mientras Luis Enrique Rosales Rosales esperaba a que abrieran un puesto informal de gasolina, con un acompañante, en la carrera 14 del barrio Pamplonita, vía Guaramito, fue baleado por dos encapuchados que, sin ningún intercambio de palabras, sacaron sus armas, dispararon y se dieron a la fuga.
Según testimonios de su familia, Luis era un venezolano que aproximadamente dos veces por semana, atravesaba una trocha para llevar gallinas y venderlas por encargos a diferentes miembros de la comunidad de Aguaclara, por lo general, en la cancha del corregimiento.
“El llevaba muchos años en el negocio de los pollos, aquí todos lo conocían por el nombre de ‘Taco’, no sabemos por qué sucedió este hecho. Él era un padre de familia y se la ha pasado trabajando honradamente toda su vida, tenía dos hijos de 9 y 12 años, no era una mala persona”, manifestó entre lágrimas un familiar.
Un día normal
Ese día, según el familiar, Luis tenía su motocicleta dañada en su casa y debía entregar un encargo de pollos que se había comprometido, por lo que le pidió el favor a un hombre que trasladaba personas por la trocha.
Sin embargo, se conoció que el acompañante no tenía mucha gasolina para hacer el viaje de regreso, y a las 4:45 de la madrugada, al llegar al punto de la carretera donde ocurrió el homicidio, detuvieron el vehículo y se sentaron al frente del puesto de combustible a esperar que abrieran.
Pero, las circunstancias, trágicamente, fueron otras. Según una fuente judicial, la víctima y el testigo, estaban sentados cuando vieron pasar una motocicleta Suzuki GN con los encapuchados en el sentido Guaramito – Aguaclara.
A los cinco minutos, la motocicleta pasó de nuevo y, esta vez, desenfundaron un arma de fuego y dispararon en varias oportunidades contra los dos hombres.
El compañero de Enrique, al escuchar los disparos se tiró al suelo y simuló estar muerto, hasta que los homicidas emprendieron la huida. El sobreviviente corrió a la estación de Policía del corregimiento y avisó a las autoridades del hecho violento, quienes minutos después, acordonaron el lugar.
El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía arribó al sitio a las 8:15 de la mañana para adelantar la inspección judicial.
Aguaclara resiste a la violencia
Este corregimiento, el 25 de septiembre de este año, hace menos de un mes, también tuvo otro desenlace fatal, que dejó desconsolada a la familia de Diosenel Ramírez, un joven de 18 años que fue asesinado a 20 metros de su casa, por la vía principal de Aguaclara, en un taller de motos donde trabajaba.
Se conoció que dos hombres que venían en una moto por la vía a la vereda Los Cámbulos se estacionaron a unos metros del taller donde estaba la víctima y el parrillero se bajó.
El desconocido se paró frente a Diosenel, sacó una pistola y le disparó en la cara, una vez observó que cayó agonizante al piso, se devolvió y se subió en la moto, para huir con su cómplice por la misma vía en la que llegaron.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/3ljBtXC