Ayer, hasta una vivienda ubicada en la transversal 17 con calle 0, sector conocido como Las Minas, del barrio Pueblo Nuevo, llegaron varios hombres encapuchados y vestidos de negro a acabar una celebración a plomo.

El hecho se registró a la 1:15 de la madrugada, cuando Deiner Ernesto Romero Paéz y Daniel Páez Romero, festejaban los 19 años que cumplía uno de sus familiares.

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“Ellos estaban ahí sentados en el porche de la casa, tomando algunos tragos, estaban contentos, cuando llegaron los tipos con pistolas y alcanzaron a hablar unos minutos, pero no sabemos qué les decían”, comentó un testigo del suceso.

Luego de cruzar algunas palabras, los hombres habrían empezado a disparar propinándole 3 balazos a Deiner Ernesto, causándole la muerte de manera inmediata.

“Los otros dos muchachos quedaron heridos, cada uno recibió un disparo y todavía tenían signos vitales”, relató el hombre.

Según la comunidad, los pistoleros, tras cometer el crimen, huyeron con rumbo desconocido.

Tanto Daniel Páez Romero, como su primo, de 19 años, fueron trasladados a la Unidad Básica de la Loma de Bolívar, en donde uno de ellos falleció por la gravedad de la herida, mientras el cumpleañero, se pudo recuperar satisfactoriamente.

Los vecinos del sector alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) sobre lo sucedido pero cuando llegaron al sitio, solo encontraron el cadáver de Romero Páez, acompañado de un grafiti que decía “Fuera Tren de Aragua”.

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Minutos más tarde, llegó la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) a adelantar la inspección técnica de la escena y el levantamiento del cuerpo. En el lugar encontraron 10 vainillas y 3 proyectiles.

“Algunas casas aledañas también fueron pintadas con mensajes que decían ‘En unidad con la comunidad, comando del pueblo’”, añadió el vecino.

Aunque el hecho es materia de investigación, las autoridades no descartan la posibilidad de que podría tratarse de una lucha por el control del territorio.

Lavaban carros

Según la comunidad de Pueblo Nuevo, las víctimas se ganaban la vida lavando vehículos en un establecimiento ubicado en el barrio La Ceiba, y hace un año habían llegado a vivir arrendados al sector.

“A veces las apariencias engañan, nosotros los veíamos como unas personas trabajadoras y sencillas. Sabemos que eran venezolanos pero sobre su vida, muy poco”, dijo otra residente del barrio.

Pese a que inicialmente vivían cuatro personas en la casa, Daniel Páez Romero se habría trasladado a otro lugar de residencia algunos meses atrás.

“Ellos eran personas que no se metían con nadie, uno los veía entrar y salir de la casa nada más, pero quién sabe en qué problemas andarían metidos”, concluyó la mujer.

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