Los asesinatos están desbordados en Cúcuta. En los primeros tres días de este último mes de 2020, cuatro personas han muerto a manos de sicarios.
La primera víctima fue Guzmán Ochoa, exmilitar y comerciante ganadero que fue baleado en el barrio Latino, este hecho se dio la tarde del primer día de diciembre. El segundo homicidio tuvo lugar la madrugada de ayer, en el barrio Siglo XXI, de la ciudadela La Libertad y, el más reciente suceso, ocurrió a las 9:54 minutos de la mañana de ayer, en el barrio San Miguel, donde murieron un hombre y una anciana, además otras dos personas resultaron heridas.
Los recibieron a bala
Luis Alberto Castillo Guillen, de 27 años, iba en un taxi con su esposa y una niña de 3 años, y al llegar al barrio San Miguel, en la esquina de la avenida 19 con calle 9, le preguntó a una persona, dónde encontraba la avenida 21.
Una vez supo, Castillo le pidió al taxista que siguiera adelante. Luis Alberto, oriundo de Venezuela, iba en la silla del copiloto del taxi, de placas URN 964, mientras que su esposa, de 23 años, y la pequeña estaban en el asiento trasero. La pareja abordó el vehículo de servicio público en inmediaciones del Parque Nacional.
Ambos cumplirían una cita con un hombre que supuestamente conocía a Luis Castillo, para entregarle unos celulares.
El punto de encuentro, en un principio, era en el parque Los Aburridos, del barrio Cundinamarca, pero recibieron una llamada donde les indicaron verse en San Miguel.
Cuando el taxi llegó a la esquina señalada, un motorizado se acercó por la ventana de Castillo Guillen y le preguntó: “¿Ustedes son los de los celulares?”.
Ante la respuesta positiva, el motorizado se retiró y quedó en regresar, pero en cuestión de minutos, llegaron otros tres hombres armados y dispararon sin piedad contra Castillo. La esposa se lanzó sobre la pequeña y la cubrió con su cuerpo.
El taxista aceleró para huir, pero Luis Castillo ya había sido impactado en por lo menos seis ocasiones en el rostro, quedando agonizante, mientras que la esposa, recibió un balazo en el glúteo derecho. La niña salió ilesa.
Los pistoleros siguieron accionando sus armas y persiguiendo el taxi, lo que ocasionó que el chofer recibiera un tiro en el antebrazo derecho y otro más en el abdomen.
En medio de ese sangriento ataque, Florinda Llánes, de 76 años, quien caminaba justo en ese instante, recibió un disparo fulminante en la cabeza, quedando tendida a un costado de la vía.
El taxi y sus ocupantes lograron escapar y los pistoleros huyeron. Algunos vecinos, auxiliaron a la abuela, llevándola a un centro asistencial, donde ingresó muerta.
Saldo mortal
Varios minutos después, cuando la escena del crimen se llenó de policías, se conoció que Luis Castillo Guillen había fallecido, mientras que el conductor del taxi y la otra mujer eran atendidos por los galenos.
“Siento que el día de mi muerte no era hoy. Tengo por costumbre sentarme en el andén de mi casa cada mañana, pero ayer, no salí y mi esposa me preguntó la razón y yo solo respondí que quería ver televisión, segundos después sonaron los tiros”, contó un testigo.
Las autoridades recogieron en dos cuadras, 13 vainillas percutidas y realizaron seguimiento a las cámaras de seguridad.
La Policía ofreció una recompensa de hasta 10 millones de pesos para quien entregue información que lleve a la captura de los responsables.