La maestra Zoraida Martínez, del colegio José Aquilino Durán, pidió nuevamente al alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo Peñaloza, que interceda ante las autoridades venezolanas para hallar a su hijo, Jesús David Tarazona Martínez, de 19 años, desaparecido el pasado 2 de enero en el municipio fronterizo de Ureña, Venezuela.
Martínez, quien estuvo acompañada por maestras del colegio, familiares y amigos de su hijo, llevó su ruego al alcalde durante una concentración el lunes al mediodía, frente a la sede de la Alcaldía. Jesús David, auxiliar de policía, desapareció junto a su amigo José Ángel Silva Márquez en circunstancias que aún no han sido esclarecidas.
Últimos movimientos
conocidos
Jesús David había viajado a Ureña el 1 de enero para participar en las tradicionales fiestas de inicio de año. Tras pasar la noche en compañía de una amiga y de José Ángel Silva, ambos jóvenes cruzaron a pie la frontera hacia Venezuela a primeras horas del 2 de enero para recoger la motocicleta Suzuki GN del auxiliar de policía, que había quedado guardada en una vivienda.
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Una cámara de seguridad en la frontera captó a los dos hombres cruzando hacia Ureña alrededor de las 8:30 de la mañana. Minutos después, Jesús David se comunicó con su hermano mayor, informándole que estaba recogiendo su motocicleta y que su compañero había extraviado las llaves de su casa. Esa fue la última vez que tuvieron noticias de ellos.
Familias en incertidumbre
Las familias de ambos jóvenes, quienes residen en Los Patios y Ureña respectivamente, han manifestado su angustia por la falta de avances en la búsqueda. “No perdemos la fe de que aparecerán sanos y salvos”, expresó el hermano mayor de Jesús David, quien lo describió como un joven alegre con sueños de continuar su carrera en la Policía.
Mientras tanto, la madre de José Ángel lo definió como un hombre trabajador y dedicado a su familia. “Él lleva tres años con su esposa y siempre ha sido una persona de bien”, añadió.
Llamados a las autoridades
Zoraida Martínez ha recurrido a diversas entidades, incluida la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo, y la Personería, en busca de respuestas. También solicitó el apoyo del cónsul colombiano en San Cristóbal, David Haddad, para que medie ante las autoridades venezolanas.
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La desaparición de estos dos jóvenes resalta los riesgos y desafíos que enfrentan las comunidades que viven en la frontera colombo-venezolana, un territorio marcado por la inseguridad y la falta de control efectivo.
Las familias imploran celeridad en las investigaciones y no pierden la esperanza de reencontrarse con sus seres queridos.
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