Desde el comienzo de la pandemia se evidenciaron sus efectos en la educación de los colombianos con el cierre de colegios y universidades, y con la necesidad de adoptar esquemas virtuales para que los estudiantes de educación básica y media pudieran continuar con sus estudios. Sin embargo, el reciente estudio de EY Parthenon realizada en Colombia, México y Perú, reflejó que el 36% de los padres colombianos consideran mejor la experiencia de aprendizaje de las clases presenciales a las clases en línea, mientras que el 35% considera que dicha experiencia es peor para los niño y jóvenes de niveles de educación básica y secundaria.
De igual manera, solo el 6% de los estudiantes de educación superior se sienten a gusto con la educación online, a pesar de los esfuerzos y las mejoras realizadas por las universidades, durante este periodo.
Según el estudio de EY Parthenon, que realizó una encuesta a más de 1.600 a padres que tienen a sus hijos en el colegio y a más de 1.000 estudiantes de educación superior, el esquema de enseñanza predilecto continúa siendo el presencial, sin embargo, entre los universitarios se han ido popularizando los programas híbridos, pues cada vez más estudiantes están considerando la posibilidad de terminar sus estudios en una modalidad de educación semipresencial con un método de aprendizaje mixto “En Colombia entre el 30% y el 47% de los estudiantes de educación superior consideran terminar sus estudios de manera remota, en comparación con el 6% y el 11% de los estudiantes que tenían en cuenta esta posibilidad antes de que comenzara la pandemia” afirmó Juan Felipe Arango, Líder de EY Parthenon en Colombia.
Por otro lado, la mayoría de los padres con hijos en educación primaria y secundaria considera atractiva la educación online solo si es temporal y están dispuestos a enviar a sus hijos a las instituciones tan pronto las vuelvan a abrir. El estudio de EY Parthenon demuestra que la falta de interacción entre los alumnos en el entorno virtual es una de las principales preocupaciones, pues el 79% dice tener dificultad para prestar atención durante la clase, el 54% de los encuestados considera que la relación con los compañeros de clase ha empeorado, el 49% que las destrezas de trabajo en equipo se han deteriorado y el 46% que las habilidades sociales están poco desarrolladas.
La opinión de los estudiantes frente a la innovación de las instituciones con la metodología virtual, demuestra que la mayoría de los profesores aún no ha adaptado su material didáctico a los cursos en línea, lo que hace más difícil que los alumnos se interesen por las clases y presten atención. Otros aspectos, como el trabajo en equipo y la interacción con los profesores y compañeros no se han podido alcanzar a través de las plataformas digitales; un 59% dice que en la educación virtual hay menos interacción con los estudiantes y un 50% que hay menor interacción con los profesores.
Por otro lado, un 28% de los estudiantes universitarios considera que la calidad del material educativo ha disminuido y un 26% cree que las clases se volvieron más difíciles, mientras que el 35% de los padres de estudiantes de primaria y secundaria están insatisfechos con la educación en línea pues perciben que la calidad de las clases ha empeorado. Sin embargo, los estudiantes consideran que la infraestructura informática utilizada durante las clases en línea es adecuada y manifiestan su preferencia por plataformas intuitivas, que ofrezcan la posibilidad de compartir archivos y brinden acceso a las calificaciones. Las universidades y colegios han migrado a plataformas más sofisticadas, de las cuales las más utilizadas en Colombia, México y Perú son Zoom (42%), Blackboard (27%), Microsoft Teams (10%), Google Classroom (10%) y otras (11%). En el caso puntual de Colombia, Zoom es la más utilizada tanto por profesores, como por estudiantes.
“Luego de más de un año del comienzo de la pandemia, el 87% de los estudiantes no está de acuerdo con el hecho de pagar el mismo valor de la matrícula y de pensión por los cursos en línea que por los presenciales”, comentó Juan Felipe Arango, líder de EY Parthenon en Colombia. Sin embargo, un 65% de los estudiantes encuestados considera que los programas en línea podrían tener costos similares a los de los programas presenciales, solo si ofrecieran determinados beneficios adicionales a los actuales, tales como: servicios de bienestar con psicólogos o nutriólogos, cursos en línea en el extranjero, más apoyo en la búsqueda de empleo, plataformas de ejercicio, mejores profesores y cursos bilingües.
Según el estudio realizada, el acceso a internet de banda ancha en el hogar aumentó, encontrando que el 97% de los estudiantes inscritos en universidades privadas dispone de conexión a internet y el 83% de estudiantes de universidades públicas. No obstante, la brecha ha disminuido en comparación con el año pasado, en el cual los porcentajes eran 88% y 69% respectivamente. Así mismo, y dada la situación de los estudiantes de educación básica y media, el 46% de sus familias contrataron o mejoraron su servicio de internet.
Perspectivas a futuro
Con base en estos resultados, el estudio plantea que el futuro de la educación estará determinado por la implementación de nuevos formatos de clases híbridas e interacciones internacionales, lo cual desafía a los colegios y universidades a desarrollar programas aprovechando las habilidades y los conocimiento desarrollados por las instituciones durante la pandemia, para implementar estos programas, en los que la flexibilidad de tiempo, el acceso a recursos adicionales y la mejora en experiencias sociales y virtuales, seguirán tomando relevancia. “De esta forma la educación en Colombia pasaría a otro nivel, pues a medida que estas ofertas fortalezcan a los estudiantes en términos de exposición global y desarrollo cultural, se convertirán en un factor adicional de exigencia para ellos” afirmó Juan David Taboada, socio de EY Parthenon en Colombia.
En comparación con el inicio del confinamiento, los padres están de acuerdo con que la mayoría de las instituciones han fortalecido su oferta educativa a distancia con mejores contenidos y herramientas tecnológicas; sin embargo, no todas las instituciones educativas han hecho frente a la pandemia de forma adecuada, lo que ha provocado que las inscripciones y los precios se vean perjudicados. EY Parthenon señala que el impacto financiero del COVID-19 en los Colegios—desde nivel básico hasta nivel medio superior— continuará durante 2021 y por esto, tienen el reto de ofrecer programas educativos de alta calidad que incorporen las opciones híbridas, aprovechando las plataformas tecnológicas adquiridas durante el confinamiento y el conocimiento de los hábitos que los estudiantes desarrollaron durante esta época.
Finalmente, escuchar a los jóvenes es imprescindible en este proceso de educación virtual, por lo que las plataformas de desarrollo de habilidades se harán más populares dentro del pensum y calendario académico, diversificando el tipo de conocimiento que recibirán los estudiantes a lo largo de su educación básica y secundaria. Así mismo, es importante que las instituciones cuenten con programas y espacios de acompañamiento en temas psicológicos, nutricionales, salud física y emocional, perfeccionamiento de idiomas y portafolios de oportunidades laborales, para que los padres y estudiantes encuentren que costo de la educación es equitativo, con los servicios y valores agregados que reciben.