La Copa de la Fe llegó a su fin. Después de una semana llena de partidos de fútbol y encuentros fraternales con la comunidad fronteriza, los más de 600 sacerdotes que llegaron a Cúcuta para disputar la quinta edición de la competencia se despidieron, este viernes, con una final digna de cualquier gran campeonato.
El emocionante partido que definió al nuevo campeón de la Fe se vivió entre los equipos de las arquidiócesis de Villavicencio y Guadalajara (México).
Los dos conjuntos diocesanos se hicieron con un cupo en la final luego de ser los mejores de la fase de grupos.
El partido, que se jugó desde las 10:00 de la mañana, dejó como gran campeona a la arquidiócesis de Guadalajara, que con un contundente marcador por 4-2, se impuso a los llaneros.
“Fue un partido que esperábamos con muchos goles y con mucha inclemencia del sol. Salimos desde un principio con la mentalidad de ganar, eso cuenta mucho. También cuenta todo el trabajo en equipo, que hemos fortalecido desde mayo”, declaró, emocionado, el padre Arturo Castañeda Aguilera, que hizo parte del conjunto ganador.
Antes de soltar un “¡Viva México!”, el presbítero confesó que durante la semana se sintió como en casa. “Cúcuta es una ciudad muy fraterna, con gente hermosa y bonita con nosotros. En el torneo solo vivimos solidaridad”, destacó Castañeda.
El padre Juan Manuel Zamora, que fue unos de los jugadores más destacados del equipo de Villavicencio, se mostró satisfecho con todo el trabajo hecho durante la competencia.
“Estuvo muy bien el partido. Solo nos queda felicitar a Guadalajara porque tiene un equipo muy bueno y muy táctico. Nosotros hicimos lo que pudimos”, declaró.
El tercer y cuarto puesto de la Copa de la Fe lo ocuparon las diócesis de Sansón-Rionegro y de Garzón-Huila, respectivamente.