Como todos los años, Halloween se apoderó de varios lugares en la capital de Norte de Santander, donde las calles, avenidas, centros comerciales, clínicas y demás zonas populares de la ciudad recibieron a miles de personas que se congregaron para celebrar esta festividad.

Los disfraces, dulces y el entusiasmo de los cucuteños no se hicieron esperar, y desde por la mañana el ambiente de Cúcuta se empezó a alistar para lo que vendría horas después. Sin embargo, hubo algunas actividades sociales que involucraron a esos niños que, debido a su condición de salud, no pudieron celebrar la fiesta de manera tradicional.

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Una de ellas se llevó a cabo en un reconocido centro asistencial ubicado a un costado de la glorieta Arnulfo Briceño, promovida por la Fundación Pequeños Guerreros, en articulación con el Batallón de Acción Integral del Ejército Nacional.

Allí, se adelantaron actividades recreativas y juegos con temáticas sorpresa que ayudaron a crear un ambiente festivo diseñado para entretener a los pequeños y sus familias, además de llevar magia, alegría y diversión, pero también un apoyo emocional para ellos durante su lucha con las enfermedades.

De acuerdo con Aura Bastos, directora de la Fundación Pequeños Guerreros, “aproximadamente se logró intervenir a 70 niños internados en el centro médico, para que estuviesen contentos en la Noche de Brujas”.

Cabe destacar que la fundación trabaja con niños que lidian enfermedades oncológicas, pero durante la actividad se involucraron a todos los pequeños de los pisos 10, 8 y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

“Es muy triste que algunos niños se hubiesen perdido la oportunidad de pasar un rato alegre estando en un cuarto de cuatro paredes, por eso decidimos hacer esta iniciativa”, puntualizó Bastos.

En Cristo Rey también celebraron

Ya en la tarde, otra actividad trajo alegría, diversión y magia a los niños en las inmediaciones del monumento a Cristo Rey, organizada por la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio La Cabrera.

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Según Juan Felipe Arias, el líder comunal, “la felicidad e ilusión de los niños es lo que nos mueve a desarrollar este tipo de actividades todos los años, a la par que dichos espacios unen a la comunidad”.

Desde las 4:00 de la tarde comenzaron a llegar los niños al monumento histórico acompañados de sus padres, y con el paso de los minutos llenaron por completo el escenario, con un total de más de 300 espectadores.

Antaño, cuando la JAC no podía organizar la celebración en el monumento, se acudía al parque principal, donde un grupo de niños y padres del barrio pasaban la Noche de Brujas en las inmediaciones del escenario.

Para este año, la junta comunal tuvo el apoyo de varios estudiantes de trabajo social de la Universidad Simón Bolívar, quienes se encargaron de la logística del evento para hacer que las actividades se cumplieran respecto al cronograma.

 “Afortunadamente para nosotros, los estudiantes tienen un proyecto de tres años, donde nos acompañarán a realizar diferentes labores sociales, la fiesta de Halloween es una de ellas”, precisó Arias.

Acorde a lo expresado con de los padres de familia asistentes a la celebración, “es bueno que se hagan este tipo de actividades para integrar no solamente a los habitantes de La Cabrera, sino a los demás barrios de la comuna 10.”

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