El Centro de Atención Integral a la Población Habitante de Calle no ha detenido su labor en medio de la pandemia. Actualmente atiende a 80 personas que han tomado la decisión de rehabilitarse y cambiar sus vidas.

Desde hace más de 4 meses, cuando la COVID-19 llegó a la ciudad, el “centro de oportunidades”, como lo llaman sus residentes, no ha registrado ningún caso positivo, gracias a la ruta de atención que en conjunto con las secretarías de Salud y Bienestar Social  han activado.

Alejandro Martínez, coordinador del Centro de Atención Integral a la Población Habitante de Calle, señaló que, las personas que han ingresado en medio de la pandemia tienen prohibido entrar y salir del lugar, puesto que no se quieren generar focos de contagio que pongan en riesgo a la población que se encuentra allí. 

“Los que salen es porque ya se van con sus familias o por su decisión de que ya quieren irse, porque hay que entender que muchos no son capaces de aguantar otro estilo de vida y no hay que desconocer que la droga es uno de los factores más preponderantes para algunos de ellos”, dijo Martínez. 

El coordinador indicó que, desde que inició la pandemia, la Secretaría de Salud instaló un puesto permanente en el lugar, con el fin de realizar chequeos médicos, tamizajes, toma de temperatura y desinfección de manos. 

De igual forma, tienen activada la ruta con la Secretaría de Salud en la Loma de Bolívar, “donde hacen el chequeo médico para que no tengan afecciones respiratorias ni síntomas de la COVID-19, pero nosotros los ponemos en aislamiento, con todo el tema de higiene y alimentación para que se puedan integrar a los demás residentes”, añadió Martínez. 

Quienes están en proceso de rehabilitación, ocupan su tiempo en diferentes actividades lúdicas y recreativas, además de contar con capacitaciones en costura, panadería, dibujo, entre otras. 

“Hicimos una alianza con un colegio privado, el cual nos va a donar las validaciones para que algunos jóvenes y adultos mayores puedan terminar sus estudios. Tenemos 28 personas para validar su primaria, 14 para validar su básica y 2 para media técnica, lo que nos permite generar proyectos de vida muy importantes”, sostuvo Martínez. 

En coordinación con la Policía Nacional, la Secretaría de Salud y el Departamento Administrativo de Bienestar Social, cada semana salen a entregar elementos de bioseguridad, además de realizar pruebas de tamizaje y desinfección a los habitantes de calle que se encuentran en distintos puntos de la ciudad. 

Aunque tuvieron que suspender las jornadas, debido al alto número de casos registrados en el municipio, su intención es seguirles ayudando. “Los habitantes son llevados al centro, allí los aislamos de los residentes y les damos higiene, ropa limpia, alimentación y el tamizaje”, aseguró el coordinador. 

En la primera semana del mes de agosto, tres personas salieron para Bucaramanga y dos para Pamplona, gracias a que encontraron el espacio y la oportunidad para transportarse, además de que ya querían reencontrarse con sus familias.

“Esto hace parte de los logros y los cupos que quedan se van reemplazando”.