En los barrios más vulnerables de Cúcuta y su área metropolitana se está realizando una iniciativa con los niños, población migrante y personas desplazadas, en aras de compartir experiencias mediante el diálogo sobre la violencia y conflicto armado.

La iniciativa, dirigida por la asociación ‘Educar en la no violencia’, se ejecuta en los salones comunales de los barrios más afectados por dichas problemáticas, y cuando no hay los escenarios disponibles, buscan otros espacios como las canchas o casas amplias para albergar a las más de 20 personas que asisten a las charlas.

Estos diálogos se replican en al menos 30 barrios, a través de los diversos grupos sectorizados que poco a poco se fueron construyendo con el paso del tiempo.

Cada dos horas a la semana, los grupos se reúnen para hablar de estos temas álgidos, con la finalidad de conocer  las experiencias de las demás personas del grupo, para de cierto modo mejorar la convivencia en cada sector, sin tener que usar la violencia como alternativa de solución a los conflictos. 

Cuando la comunidad decide qué día se van a reunir, un integrante de la asociación va y dirige la actividad, que generalmente se realiza en una mesa redonda en la que se desarrollan talleres de formación y capacitaciones.

La paz: el principal objetivo

Según el líder de ‘Educar en la no violencia’, Emilio Arranz Beltrán, uno de los objetivos de la asociación es guiar a los niños por el camino de la paz y el diálogo, para que durante su adultez no tomen el camino de la violencia.

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Cabe destacar que la asociación se rige bajo los calendarios escolares, “cuando los niños salen al receso escolar nosotros suprimimos estas sesiones, para que sea una especie de vacaciones para los grupos”, comentó Arranz.

Durante todo el año, la asociación realiza alrededor de 38 sesiones y la cantidad total de asistentes a las mismas es superior a las 600 personas, las cuales disfrutan de estos espacios debido a la metodología de enseñanza.

Metodología dinámica

Arranz señaló que en la asociación “no damos clase, porque usamos una metodología socio-afectiva con base en los sentimientos de los asistentes, así que básicamente proponemos una dinámica de grupo”.

Asimismo, los participantes dramatizan escenas menores de tres minutos sobre los diversos tipos de conflictos, con el fin de identificar cuál es la conducta correcta e incorrecta de cada

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