Más de 80 estudiantes de octavo grado y de la jornada nocturna de la Institución Educativa Colegio Julio Pérez Ferrero, sede Cundinamarca, reciben clases ‘al sol y al agua’ a causa de los huecos en el techo de dos aulas.
Los agujeros, que se extienden por dos salones y parte del pasillo del tercer piso, se formaron en junio pasado.
Por la magnitud del hueco pareciera que las clases se dictaran a la intemperie, por lo que algunos estudiantes han apodado a los salones afectados como ‘Jardín Plaza’, en alusión al centro comercial a cielo abierto.
Sofía Velandia, de octavo grado, aseguró que además de los rayos de sol que deben esquivar, cuando llueve los jóvenes tardan tres horas sacando el agua con baldes, escobas y traperos.
Cuando el día es soleado, explicó una docente, “Los estudiantes esquivan el sol para evitar quemarse mientras atienden la clase”.
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Luis Royero, directivo del plantel, aseguró que esta situación ya es de conocimiento de la Secretaría de Educación Municipal.
“En agosto la Secretaría de Infraestructura hizo una visita técnica y determinó el área de techo que se debe arreglar”, señaló. Sin embargo, la comunidad estudiantil sigue a la espera de las reparaciones.
Yonny Pascual Contreras, secretario de Infraestructura Municipal, señaló que la alcaldía de Cúcuta tiene unos compromisos con algunas instituciones educativas, entre ellas, el colegio Julio Pérez Ferrero, a las cuales se les hicieron unos diagnósticos de sus infraestructuras”.
Contreras añadió que se esperan recursos que se están gestionando desde Bogotá, específicamente del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales (Fonpet), que serán priorizados en obras de infraestructura educativa.
Mientras llega la solución, la comunidad educativa está pensando en hacer bazares para consiguir recursos y proceder con el reemplazo de las tejas rotas.
Por: Kevin Beltrán
Practicante de periodismo