A menos de un mes de que arranque la segunda temporada de la Liga Águila-2019, el Cúcuta Deportivo todavía busca acomodar todas sus fichas en torno a un objetivo principal: salvar al equipo del descenso. 

Tras acabar el primer semestre con un sabor amargo, se habló de una verdadera revolución en el banquillo motilón. Se habló de contrataciones importantes, de refuerzos para la plantilla motilona que facilitaran la consecución de esa meta. 

Desde la llegada al banquillo rojinegro del argentino Pablo Garabello, quien tomó el relevo de su compatriota Sebastián Méndez, han salido nueve jugadores del plantel motilón. Sin embargo, esto no generará una verdadera sacudida, pues los salientes hacían parte del equipo suplente. Los referentes, como Jonathan Agudelo, Diego Chica, Matías Pérez, Braynner García y Luis Miranda, siguen en la lista principal.

Así las cosas, el objetivo de Garabello es aprovechar esa base consolidada y sumar piezas nuevas en algunas posiciones específicas que permitan mejorar el rendimiento de un equipo que parece haber perdido su identidad.

Tras un arranque de semestre que prometía mucho, el equipo entró en un bache del que nunca pudo salir, pasando de ser el líder por seis fechas consecutivas a estar fuera de los ocho clasificados a las semifinales.

El golpe causó el rechazo de la hinchada, haciéndose notar con su ausencia en las gradas del estadio General Santander. El pueblo pide verdaderos refuerzos y un proyecto serio para el segundo semestre, y, a pesar de que han llegado ya cinco jugadores, estos no terminan de convencer a los aficionados más críticos. 

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La delantera es prioridad

Uno de los que salió, y que la afición venía pidiendo que fuera así, fue el experimentado delantero Wilberto Cosme, quien a pesar de ser determinante en los últimos partidos del ascenso motilón en el segundo semestre del 2018, nunca pudo encontrar su lugar en la delantera de los motilones. 

También salió Lisandro Cabrera, el joven atacante argentino que llegó cedido desde el Newell’s Old Boys y que no tuvo muchas actuaciones en la titular de Sebastián Méndez. Aunque su llegada generó buenas expectativas, no pudo encajar en el once motilón.

Con la salida de los dos delanteros, el goleador Jonathan Agudelo está a la expectativa de dos nuevos suplentes, pues no se espera que llegue un ariete estrella que lo desbanque. Esto, estimando que Garabello opte por solo un hombre en punta. De tener un plan con dos delanteros, el equipo deberá contratar un atacante con experiencia –y con continuidad- que alimente a la estrella motilona y no que solo llene el espacio. 

Uno de los principales problemas del primer semestre fue la falta de definición. Con un mediocampo dinámico con Diego Chica y  Matías Pérez, la delantera se quedaba corta para concretar las oportunidades. A pesar de contar también con la explosividad por sector derecho de Luis Miranda, siempre hizo falta otro rematador efectivo. Por eso, los delanteros con visión de juego y claridad de cara a puerta son una prioridad ahora. 

Las dos plazas están abiertas, pero ya suenan dos nombres que, pese a las necesidades del club, no serían fichajes de peso para la delantera rojinegra.

Uno de ellos es Johan Steven Gómez Moreno, un vallecaucano de 25 años que jugó por última vez en el Deportes Quindío. El espigado jugador de 1,86 metros de altura solo jugó dos partidos en el pasado semestre y no marcó ningún gol con los quindianos. 

El otro es Christian Andrés Mina Reyes, de 22 años, también procedente del Deportes Quindío. El caleño tuvo participación en la Selección Colombia Sub-20 y llegaría al equipo de la frontera para continuar un proceso de formación, buscando hacerse un lugar en el equipo de Garabello.

De llegar al club de la frontera, será trabajo del nuevo DT pulirlos, pues serían más apuestas a futuro que verdaderos refuerzos para la nómina. 

Volantes de peso

También salieron del equipo los volantes Michael López, Carlos Mosquera, Erick Montaño y Mateo Muñoz. Todos suplentes, aunque los más regulares fueron Carlos Mosquera y Mateo Muñoz, dos de las opciones más usadas por el ‘Gallego’ Méndez para darle oxígeno a sus piezas en el medio campo. 

El veterano vallecaucano Diego Chica tiene un puesto asegurando en el corazón de la cancha, y el argentino Matías Pérez se ganó un lugar por su buena técnica. Ambos fueron los encargados de repartir juego en el primer semestre. 

El problema llegaba a la hora de echar mano a los suplentes. Cuando el cansancio pasaba factura, el medio campo motilón se quedaba desamparado y con jugadores que lucían desordenados. Con estos dos fuera del césped, el equipo lucía desordenado y sin ideas. 

Con ese panorama, lo que el equipo necesita en su zona de volantes se enfoca más hacia la fortaleza del banquillo, hombres que salgan al minuto 70 y le den la vuelta al partido. 

Ya han llegado al plantel tres mediocampistas: Mateo Cardona, Ever Valencia y Daniel Restrepo. De los tres, el único que llega con ritmo de competencia es Ever Valencia (22 años), tras disputar 8 partidos el semestre pasado con el Independiente Medellín.  

Cardona (23 años), hermano del hoy Selección Colombia Edwin Cardona, llegó desde Santa Fe, donde no pudo encontrar un puesto. El paisa, que ha tenido actuaciones en Argentina y México, aseguró en su llegada que es consciente de su falta de minutos, pero que buscará ganarse la titular sin estar bajo la sombra de su hermano mayor. 

Por su parte Restrepo, quien jugó por última vez en octubre del 2018 con el Deportivo Pasto, se presenta, con 26 años, como el más experimentado de los volantes nuevos. Sin embargo, haber estado sin jugar por más de siete meses deja la incógnita sobre el nivel con el que llega al club de la frontera. 

Con ese panorama, se espera que, ya que han sido firmados por el club, los tres reciban minutos de juego paulatinamente para que a final de temporada el desgaste no se vea solo sobre el once titular, como pasó con Méndez.
 
Vacíos En Defensa

En el sector defensivo el panorama es algo más claro. Con Juan Camilo Chaverra en el arco, que es sinónimo de seguridad, el equipo motilón no tiene muchas preocupaciones. 

Las inseguridades surgen en la primera línea defensiva, donde todavía manda el capitán cucuteño Braynner García. 

Méndez apeló en ocasiones a la juventud de José Orlando Pérez y Luis Ortiz, quienes fueron de menos a más en el torneo, dejando relegado a un Darwin Carrero que había tenido más protagonismo en la era de Lucas Pusineri. 

A pesar de las caras nuevas en la zaga, tras acabar con 26 goles encajados en el semestre, se evidenciaron serios vacíos en la defensa. Es por eso que, luego de ser eliminados de la Liga, abandonaron el equipo los defensores Darwin Carrero, Harrison Canchimbo y Robert Carvajal.

Con ánimos de tapar esos vacíos y de proporcionar más seguridad al área motilona, el mismo Pablo Garabello pidió al central argentino David Achucarro, quien llegó desde el Nueva Chicago de la segunda división argentina como la mejor contratación hasta la fecha. 

El jugador de 28 años fue formado en el Boca Juniors y durante el pasado semestre disputó 24 partidos como titular, siendo además el capitán de su escuadra. Achucarro llegó cedido por un año y aparecerá seguramente en la nómina titular junto a García. 

Es un jugador que tiene un buen control del balón y que puede salir jugando tranquilamente, siendo este un elemento del que carecía el equipo de la frontera. Muchos de los goles recibidos en la pasada temporada nacieron de errores garrafales con el balón en los pies. 

Junto a Achucarro llegó el lateral izquierdo Diego Sánchez (26 años), procedente del Atlético Huila. El pasado semestre jugó solo 6 partidos, pasando sin pena ni gloria por un equipo al que llegó desde Leones a principio de año.

Con los dos defensores, en total son cinco jugadores los que han sido oficializados por el club motilón. Algunos llegan en buen nivel, otros se quedan cortos si se tiene en cuenta que el equipo lucha por salir de la zona del descenso.