La ola de inseguridad que vive Cúcuta tiene al borde del colapso a Brisas del Molino, donde además de lidiar con los hurtos de cada día, los vecinos deben hacerle frente a los expendedores de sustancias psicoactivas que son distribuidas por todo el barrio y que llevan a la perdición a muchos jóvenes. 

Irma Vichada, fundadora del barrio, ubicado en la Comuna 6 y lideresa comunal desde hace 22 años, detalló que el pasado 11 de febrero, el comedor comunitario del sector fue blanco de los ladrones. 

En el lugar había neveras, útiles de aseo y licuadoras que fueron donadas por una oenegé. Vichada expresó que “se llevaron hasta las sillas, las mesas y las ollas. No dejaron absolutamente nada.”

Al parecer, los delincuentes actuaron sigilosamente, pues ningún vecino escuchó ruidos extraños. Solo mencionaron haber visto un carro sospechoso a altas horas de la noche, pero nadie ha identificado a los sujetos.  

El comedor prestaba su servicio a más de 450 niños de los barrios Toledo Plata, Torres del Molino, Trigal del Norte, Florida Blanca entro otros, pero debido a la pandemia ocasionada por la COVID-19 las labores se encontraban suspendidas. 

Fuertes operativos 

La Secretaría de Seguridad Ciudadana informó que, en coordinación con la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), se han adelantado fuertes  operativos de control en el sector, como respuesta a las denuncias de la ciudadanía. 

Señalaron que, a partir de la segunda semana de marzo, pondrán en marcha mesas de seguridad junto a la Policía Metropolitana, el Ejército Nacional y la comunidad, con el fin de conocer los problemas del barrio y crear frentes de seguridad para mitigar la situación. 

También contarán con la presencia de la Subsecretaría de Juventud, para focalizar un trabajo con infancia y adolescencia. 
Con respecto al robo presentado en el comedor comunitario, desde la Secretaría de Seguridad explicaron que no se encontró ninguna denuncia, pero que en estos días se adelantarán las investigaciones correspondientes para dar con los asaltantes. 

Por su parte, el comandante de la Mecuc, general Óscar Moreno, dijo que en todos los barrios de la ciudad se desarrollan operativos de manera focalizada. 

“Hemos adelantado un diagnóstico de lo que sucede en cada una de las comunas con sus líderes comunales y la comunidad de los sectores en aspectos de prevención y control, acompañados de la administración municipal y sus programas sociales”, señaló el comandante. 

Con respecto a la investigación sobre el robo al comedor, Moreno aclaró que el protocolo de seguridad comienza con la recepción de la denuncia, luego la Policía judicial actúa en el lugar de los hechos, establece evidencias, si se recogen en el lugar a través de los programas metodológicos, y estas se evalúan para encausar a los delincuentes hacia su captura.