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Una visita exitosa
El apoyo bipartidista para los recursos del Plan Colombia en los Estados Unidos, sería muy difícil de alcanzar para Paz Colombia.
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Domingo, 7 de Febrero de 2016

La visita a Washington del presidente Juan Manuel Santos resultó muy exitosa. No sólo pudo celebrar con su colega Barack Obama la conmemoración de los 15 años del Plan Colombia, sino asegurar la continuidad del apoyo de Estados Unidos al proceso de paz en nuestro país y la canalización de recursos frescos para el programa que ahora se denominará  PAZ COLOMBIA.

De ser aprobados por el Congreso norteamericano, en 2017 esos recursos llegarían a 450 millones de dólares. La suma, aunque respetable, representará un porcentaje pequeño de los cuantiosos recursos que requerirá el país para implementar los acuerdos de paz, asegurar la presencia estatal en buena parte del territorio nacional, fortalecer las instituciones, reinsertar los cientos de miles desplazados, resarcir a las víctimas, promover el desarrollo rural, etc., etc.

¿De dónde saldrán los demás recursos? Todavía no es claro. El gobierno ha creado una cuenta especial en el presupuesto del 2016, “Colombia en Paz”, a través de la cual aspira a canalizar 1.900 millones de dólares  de aportes internacionales, provenientes de gobiernos amigos, organizaciones filantrópicas y sector privado.

Esa digamos que sería una pequeña cuota inicial. Para los años siguientes, se requerirán recursos todavía más cuantiosos, difíciles de conseguir. Con los bajísimos precios internacionales del petróleo y las débiles tasas de crecimiento en gran parte de los países, los presupuestos se han visto afectados notoriamente y los planes de ayuda internacional están disminuyendo.

El presidente Santos es optimista, y está bien que lo sea. Pero vender internacionalmente un acuerdo de paz, que no contemple penas serias para los culpables de los más graves crímenes contra los derechos humanos, resultará bastante complejo, por decir lo menos.

Contra esa posibilidad ya se ha pronunciado en términos duros la organización Human Rights Watch. Por su parte, el diario New York Times, que de manera constante ha expresado apoyo al proceso de paz, en editorial de este sábado advirtió que “los más serios crímenes cometidos por los comandantes de las Farc y personal militar colombiano deben conducir a sanciones significativas”.

Yo añadiría que el apoyo bipartidista que se logró para asegurar los recursos dirigidos al Plan Colombia en los Estados Unidos, sería muy difícil de alcanzar para Paz Colombia, si los tribunales del sistema de justicia transicional son percibidos como débiles y sus resultados conducen a la aplicación de amnistías para los culpables de los crímenes más graves.

De manera realista, los colombianos debemos entender que nos tenemos que llevar “la mano al dril” y pagar impuestos mucho más altos para financiar la ejecución de los acuerdos de paz. Por su parte, el gobierno, en todos los niveles, tiene que dar muestras claras de austeridad y de lucha seria contra la corrupción, sobre todo en los gobiernos locales.

Resulta no sólo escandalosa sino deprimente la manera como algunos gobiernos departamentales y municipales desaparecen los recursos provenientes de los impuestos y de las transferencias. Son incapaces de estructurar proyectos para responder a las necesidades más sentidas de la población y ejecutarlos de manera limpia y eficiente.

Es necesario crear conciencia de que, mientras continuemos eligiendo políticos corruptos para alcaldías y gobernaciones, resultará imposible mejorar los bajísimos niveles de vida que sufren porcentajes demasiado altos de nuestras poblaciones.

Para la prueba un botón en nuestra querida ciudad de Cúcuta: los equipos para fumigar contra los mosquitos fueron guardados en un depósito por la pasada administración. La actual, igualmente, incumplió los planes urgentes de fumigación.

El Ministerio de Salud, en otra prueba de indiferencia e incompetencia, no reaccionó oportunamente para orientar e instruir a los gobiernos locales sobre las maneras de prevenir el zika y para apoyarlos técnica y financieramente.

El resultado ha sido el de que en nuestra ciudad estamos viviendo una verdadera crisis sanitaria y de salud pública, con consecuencias gravísimas para los adultos que pueden adquirir parálisis en sus miembros y para los niños que nacen con microcefalia. ¡Imperdonable!

En resumen: La semana que termina fue una gran semana dedicada a Colombia en la capital norteamericana. El Presidente Santos fue recibido con muestras de respeto y admiración por sus esfuerzos para lograr la paz. Esos esfuerzos están recibiendo apoyo, el que continuará en la medida en que se logre firmar un acuerdo equilibrado con las FARC y comenzar a ejecutarlo a la brevedad posible.

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