
Los conflictos "independientes" que hay en el mundo tienen vasos comunicantes. Empecemos por el más reciente, la neutralización temporal por parte de Israel de la amenaza nuclear de Irán. Dos cosas han quedado claras: en primer lugar, que el temible Irán de los ayatolás chiitas que tanto se vendió de parte de “analistas” y periodistas progresistas, era solo eso, propaganda ideologizada, y dos, que son tan extensos los tentáculos del regimen fundamentalista y terrorista iraní, que la caída de los ayatolás implicará no solo un mundo inédito en Oriente Medio, sino la expansión de ondas sísmicas por la geopolítica mundial.
Sin Irán, se podrá eliminar Hezbolá del Libano y volver a hacer de este país algo parecido al lugar de progreso y paz que fue como un estado cristiano, aunque ahora con un gran componente árabe. Sin Irán, países árabes sunitas como Arabia Saudita o Emiratos Árabes Unidos podrían lograr un acuerdo de convivencia pacifica con Israel y otros estados circundantes a la región de Oriente Medio. Los Acuerdos de Abraham se ampliarían. Sin Irán se podría eliminar Hamas y al fin discutir la posibilidad de convivencia pacifica con los árabes residentes en la antigua Palestina romana, incluso el nacimiento de otro estado árabe en la Palestina colonial británica. Existe la posibilidad que el terrorismo fundamentalista sunita resurja ante la desaparición del regimen iraní, pero también Arabia Saudita, EAU y Egipto podrían entender que ese “método de lucha” dio alas a Irán y el DAESH, sería un regreso al oscuro pasado, que ya no les conviene.
Naturalmente aún quedan riesgos grandes en esa cuenca histórica. El papel que vaya a jugar Turquía en Oriente Medio ante la neutralización de Irán al sustituir a Rusia e Irán como el apoyo principal de Siria y su conflicto con Israel, siendo un país OTAN, es inédito. Se debe lograr un nuevo equilibrio en Oriente Medio que sin duda será más sólido con el retiro de Irán. Pero todavía falta ver el final de esta “nueva paz”.Un aliado de Irán podría ser Paquistán, pero no creo que quiera darle la oportunidad a India de intervenir masivamente en Cachemira.
Rusia ha usado lenguaje hiperbólico al hablar de la guerra de Israel contra el regimen iraní al decir que sería una gravísima escalada para un conflicto mundial e insinuó otra vez, por enésima ocasión, la guerra nuclear. La razón es muy clara, el gran abastecedor de misiles de Rusia en su guerra con Ucrania es Irán y sin ellos se debilitaría bastante; si a eso se suma la caída de al Assad en Siria, que permitía salida al mar Mediterráneo a los rusos, la situación del frente de guerra en Ucrania se le complica. La debilidad de Rusia puede a su vez desequilibrar el Caucaso, algo que convendría a Turquía, viejo némesis de Rusia. Azerbaiyán ya está desafiando a Moscú y el efecto dominó podrá llegar a todo el Caucaso, donde Rusia y Turquía podrían vivir una nueva realidad geopolítica. Y ojo a Kazajistán. ¿Se independizan los están de la influencia rusa?
Los tentáculos iraníes llegaron hasta la América andina de la mano del socialismo del siglo XXI, especialmente a Venezuela, la Cuba continental, con Hezbolá como aliado del narcoterrorismo criollo, que es una amenaza clara a la seguridad hemisférica. El eje iraní en Latinoamérica es ya una realidad develada y eso no se puede dejar así. La dupla Cuba-Venezuela, dos países distintos pero un solo modelo de dictadura y narco estado,tendrá que pagar su involucramiento en querer “jugar duro” en el escenario mundial.
Estaremos atentos a ver qué pasa en Venezuela y por contera, en Colombia, donde Petro ya se declaró enemigo de Israel, aliado de Hamas y socio de Hezbolá. El problema de las trabas y borracheras de Petro, ahora en-Trumpándose con USA y “amenazando” a Israel de sacarlo de Gaza por la fuerza, es que las resacas las vivimos los colombianos.
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