Las imágenes de las inundaciones en Donmatías y Santa Rosa de Osos son impactantes, pero más impactante todavía es el hecho de que llevan así, con el agua hasta el cuello, desde hace casi dos semanas y nadie en el departamento les responde, según denuncian.
Augusto Osorno, presidente de la junta de acción comunal de la vereda La Frisolera, de Donmatías, una de las más afectadas por la emergencia, señaló que las inundaciones comenzaron hace trece días afectando a las veredas Frisolera, Quebraditas, de Donmatías; así como La Pava, y Salamina, en el corregimiento Caney, en Santa Rosa de Osos.
Aunque en los primeros días las imágenes de las inundaciones se difundieron en redes sociales asegurando que se trataba de emergencias por cuenta de las fuertes lluvias, Osorno, vocero de las veredas afectadas, manifestó que hay otras causas detrás de la contingencia que ha destruido cultivos causado grandes daños materiales. Osorno asegura que la operación de la hidroeléctrica en la región tiene injerencia directa en la crisis.
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Según explicó Osorno, el Río Grande, cuyas aguas invadieron dichas veredas, nace en el páramo de Belmira y en su recorrido tiene a su alrededor cuatro hidroeléctricas, dos de ellas son Riogrande I construida en 1928 en Mocorongo, en jurisdicción entre Donmatías y Santa Rosa de Osos. La otra es Riogrande II, construida entre Entrerríos, Donmatías y San Pedro, que comparten la represa que contiene al Río Grande. Osorno señala que esta transformación en la dinámica natural del río disminuyó el caudal que pasa por el sector de Frisolera y el Caney. Al disminuir el caudal se perdió capacidad de arrastre de sedimentos, eso fue justo lo que el líder comunitario señala que ocurrió en los últimos días. Todo ese sedimento se compactó, se acumuló en el cauce del Río Grande y desató las inundaciones.
Osorno señala que EPM es el responsable directo de que el cauce del Río Grande en estas zonas de Donmatías y Santa Rosa se esté colmatando. “Yo llevo 70 años viviendo en esta zona y es la primera vez que sucede algo así. Llevamos dos semanas inundados, es como si de la tierra brotara agua”, apuntó.
Además aseveró que hasta el pasado lunes 16 junio Tasajera, la hidroeléctrica ubicada en Barbosa y que opera con las aguas de Río Grande, no estaba generando. “Toda el agua estaba saliendo por el vertedero aumentando el caudal del río a la altura de Frisolera, ahí hay quince familias totalmente afectadas, el agua acabó con todo, con electrodoméstico, enseres; en Caney hay otras 45 familias afectadas”, denunció.
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