La reforma laboral que se aprobó en el Congreso de la República cambiará varias condiciones de millones de trabajadores en Colombia.

A falta de la sanción del presidente Gustavo Petro para que sea ley, analistas se refieren a los impactos que tendrían los principales ajustes en la realidad laboral del país.

El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, conversó con el medio de comunicación Vanguardia sobre lo aprobado en el Legislativo y las consecuencias que traería para las empresas y el mercado laboral del país.

En líneas generales, el experto considera que la reforma no resuelve uno de los mayores problemas para el país: la informalidad.

“13,2 millones de trabajadores, la gran mayoría de ellos en trabajos de cuenta propia, están en la informalidad laboral y esta reforma les dificulta aún más acceder al empleo de calidad”, afirmó el economista.

Además, el directivo de Fedesarrollo explicó las consecuencias de reducir la jornada diurna en dos horas y el aumento en los pagos por dominicales y festivos que pasaría (progresivamente) del 75 % (actual) al 100 %.

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En cuanto a los impactos negativos que implicaría la reforma laboral para el mercado laboral del país, el directivo de Fedesarrollo advirtió que elevaría los costos para las empresas y no atacaría de fondo el problema de informalidad que tiene el país.

“De acuerdo con nuestros cálculos, genera una pérdida de 390.000 empleos formales”, detalló Mejía sobre la reforma laboral aprobada en el Congreso de la República.

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Previamente, esa cifra era más alta, pero disminuyó tras la eliminación de la medida que aumentaba el costo de indemnización.

Ante el cambio de horario nocturno, que empezará a las 7:00 p.m., (dos horas antes de lo que venía rigiendo), el directivo de Fedesarrollo advirtió que las microempresas que tienen actividades nocturnas recurrentes como bares o restaurantes tendrían un incremento considerable en el pago de la nómina.

Una vez el Presidente sancione la ley, se contarán seis meses para que entre en vigencia el recorte del dos horas del horario diurno.

Para ejemplificar, Mejía advirtió que un microestablecimiento que funcione desde las 9:00 a.m. hasta las 9:00 p.m., y que cuente con dos empleados y un administrador, se vería en apuros si se tiene en cuenta el aumento de la nómina y el bajo margen de ganancias que tiene el sector.

“El aumento del costo de la nómina sería el 9 % mensual. Eso en el contexto de un sector que opera usualmente con márgenes de rentabilidad entre el 2 % y el 3 %”, precisó Mejía.

El cambio que trae la reforma llevaría a dos escenarios combinados. El primero es que los costos de la nómina se trasladarán a los productos.

Por ejemplo, si la nómina en una panadería aumenta en un 9 %, el pan tendría que subir ese mismo porcentaje. El segundo escenario es que las empresas cambiarían sus horarios para adaptarse a la reforma.

“Seguramente operar en jornadas más cortas o disminuir la demanda de empleo, justamente de ahí vienen esas pérdidas estimadas de trabajos formales”, sintetizó Mejía.

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