La Liga de Baloncesto Profesional Colombiano (LBP) hace un par de semanas tuvo un cambio en la iniciación del Torneo Finalización.

Inicialmente estaba prevista para arrancar esta semana, pero la División Profesional de  Baloncesto (DPB), que supervisora y coordinadora el campeonato, en común acuerdo con los clubes, decidió correrla para la segunda semana de octubre, si no hay un nuevo cambio.

La postergación del Torneo Finalización les ha permitido a los equipos tener mayor tiempo de preparación y de buscar los refuerzos para hacer una buena campaña.

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Motilones del Norte, el equipo sorpresa de la temporada anterior, viene trabajando con la base de la casa, a la espera de quiénes serán los posibles jugadores que reforzarán el equipo, que sorpresivamente tendrá cambios de pies a cabeza.

Los rojinegros se están buscando entrenador, porque el bogotano Bernardo Fitz González no continuará con el equipo para este segundo torneo, debido a pretensiones económicas altas, una baja que no se esperaba, dado que desde su llegada al equipo había anunciado que quería  tener un proceso a largo plazo.

Ante esta situación, los directivos del quinteto cucuteño andan buscando rápidamente su reemplazo, pues la pretemporada debe comenzar esta semana o más tardar el próximo lunes.

La Opinión quiso indagar con personas cercanas del quinteto nortesantandereano si ya se tiene algún nombre en carpeta, pero no hubo respuesta, salvo que siguen estudiando candidatos, ya sea colombiano o extranjero, una vez se concrete lo darán a conocer.

De igual manera los estadounidenses Jovonni Shuller y Kayron Sheard tampoco estarán con el equipo, basquetbolistas que fueron claves en la campaña del primer semestre, al igual que Soren de Luque, que firmó con Titanes de Barranquilla y José Lozano con Cafeteros.

Esos puestos están cubiertos y en el caso de los extranjeros hay algo adelantado con tres norteamericanos y un dominicano, solo falta estampar la firma.

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Otra de las preocupaciones de los directivos es la búsqueda de recursos, para el inicio del campeonato y el pago de unos pendientes con la División Profesional de Baloncesto (DPB), esto debido a que la Alcaldía y el IMRD, auspiciadores  del equipo, no han desembolsado el rubro que está pendiente y supera los $100 millones y presenta un déficit cercano a los $300 millones.

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