Es una mezcla de sentimientos entre dolor y rabia”. Así describió Pablo Lindarte, familiar de Margarita Guerrero Durán, de 81 años, y quien fue asesinada el pasado 20 de febrero en medio de un robo en Bucarasica, la larga espera que tuvo que soportar junto a sus demás parientes para reclamar el cadáver de la anciana.
Los familiares tuvieron que trasladarse hasta Cúcuta y esperar al menos tres días para que les entregaran el cadáver en Medicina Legal.
“Gastamos al menos un millón de pesos entre hospedaje, alimentación y transporte para esperar que nos la entregaran”, dijo Lindarte.
El motivo: la morgue de Sardinata, donde antes se hacía la necropsia de los cadáveres de las zonas aledañas a este municipio, está cerrada desde hace 27 meses por problemas sanitarios que se registraron en noviembre de 2013.
Los pobladores de esta localidad reclaman que la morgue vuelva a funcionar para brindar comodidad y un buen servicio a las familias de las personas que fallecen, debido a que en las inmediaciones de Sardinata exiten gran cantidad de minas que generan un riesgo para los trabajadores de morir en un accidente.
Adicional a esto, la alteración del orden público del municipio amerita la adecuación de este escenario que debe ser remodelado para volver a funcionar.
Yamile Rangel, alcaldesa de Sardinata, dijo que uno de sus programas bandera de gobierno fue reabrir la morgue, por lo que ya aprobó un dinero que se destinará para este fin.
“Tenemos una plata de la Alcaldía pero estamos buscando un apoyo de Medicina Legal para complementar las cosas que se necesitan”, dijo Rangel.
La representante de los 25 mil habitantes que tiene Sardinata aseguró que es consciente del arduo proceso al que se someten las familias que a pesar de soportar la pérdida de un ser querido, tienen que lidiar con la espera del cadáver para darle cristiana sepultura.
“Esperamos poder abrir la morgue en mayo, y así solucionar el inconveniente”, dijo la alcaldesa.
Rangel reconoció que el Instituto de Medicina Legal en Cúcuta recepciona cadáveres de varios municipios, por lo que es entendible que se complique la entrega de los mismos.
Actualmente, cada vez que se tiene que trasladar un cadáver a Cúcuta, la Alcaldía de Sardinata asume el costo, que según Rangel, es bastante significativo.
Pablo Sandoval, quien es reconocido en el municipio por practicar los levantamientos y la inspección técnica a los cadáveres, aseguró que está dispuesto a prestar sus servicios en la morgue, como lo hacía antes de que la cerraran.
“Eso sería un beneficio para toda la comunidad, porque es necesario que tengamos ese espacio; teniendo la morgue acá, en cuestión de tres a cuatro horas se entrega un cadáver”, dijo.
Dejó entrever que le da pánico imaginar que en caso de morir, su mamá, una anciana que ya ni oye ni ve, tenga que lidiar con el agotante proceso de tener que reclamar su cadáver en Medicina Legal en Cúcuta.
“Para eso, mejor que me dejen allá”, dice.
Los ‘arreglan’ en las casas
Cada vez que una persona fallece por causas naturales, el cadáver es ‘preparado’ en las mismas casas de familia.
“Uno les pide a los familiares que salgan de la casa para poder preparar al muerto inyectándole formol y acomodando lo que se necesita; así se evita la contaminación, aunque lo hagamos ahí mismo”, dijo Sandoval.
Por ahora, la esperanza de volver a tener la morgue en Sardinata, que dejó de funcionar hace más de dos años, cuando se ubicó en el cementerio, parece que se convertirá en una realidad.
La alcaldesa pidió apoyo del gobierno departamental para adecuar el piso, el alcantarillado especial que se necesita, el cerramiento del escenario y los elementos que se utilizan para los procesos forenses.