En la calle 8N del barrio Ceiba II de Cúcuta, entre avenidas 2E y 3E, hay varios árboles enormes, viejos y con las raíces en el exterior, que tienen muy preocupados a los residentes. Alerta que han emitido a las autoridades desde hace tiempo, pero no ha sido atendida.
De acuerdo con Antonio Estévez Restrepo, delegado de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la zona, a través de oficios, hicieron saber a la anterior administración del alcalde Donamaris Ramírez y la de ahora, de César Rojas, el riesgo que representan estos arbustos para los transeúntes.
Sin embargo, aseguró en Denuncie con Pacho que sus llamados para que remuevan o poden los árboles, así como para que recuperen el separador de la vía, el cual está muy deteriorado por las raíces, no han sido escuchados.
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En una oportunidad, el entonces secretario de Planeación de Cúcuta, Orlando Joves, les respondió, según el vocero comunal, que tomarían cartas en el asunto, pero no pasó nada más. Instó a Félix Muñoz, director de la Oficina de Gestión del Riego, para que se apersone y evalúe la situación.
El peligro que generan estos viejos árboles se presenta en varios sectores de la ciudad. A principios de este mes, los habitantes del barrio Zulima, tercera etapa, expresaron su miedo a los árboles de este lugar.
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Meses atrás, en la urbanización Sayago, los moradores también denunciaron el riesgo latente por los viejos y grandes árboles del sector y una semana después uno de estos se derrumbó sobre un taxi. El incidente no dejó heridos afortunadamente.
Fuertes olores del Canal Bogotá
Antonio Estévez Restrepo también denunció la grave contaminación que circunda a Ceiba II por el Canal Bogotá. El delegado de la Junta de Acción Comunal recalcó que los malos olores son continuos, debido a las aguas servidas que desembocan ahí.
Pidió a las autoridades buscar una solución y poner un alto a las nuevas construcciones, pues sostuvo que los encargados de estas obras están llevando las aguas negras al Canal Bogotá.
La Opinión intentó comunicarse vía telefónica con Félix Muñoz, para indagar alguna respuesta oficial para la comunidad de Ceiba II, sobre el riesgo que causan los árboles, pero no fue posible contactarlo.
