En una cazatalentos que le devolvió los sueños a un puñado de compositores y cantantes empíricos condenados al olvido, se convirtió Alda Esperanza Ibáñez Sánchez, una docente retirada que a cuenta propia se dio a la tarea de rescatar y desempolvar los talentos ocultos en la histórica Villa del Rosario.
La 'profe' Alda, como la conocen generaciones de estudiantes del Colegio La Frontera en el corregimiento de La Parada -donde dio clases por 25 años- , empezó a buscar casa por casa a poetas, escritores y cantantes. Su misión era clara: visibilizar el talento de su gente, sin distinción alguna.
El voz a voz la llevó a Juan Frío, Palogordo, entre otros sectores rurales, donde pescó a sus primeros pupilos. Luego, la noticia de la ‘profe’ que buscaba a los artistas anónimos se regó por todos lados y los cantantes y compositores empezaron a llegar a la puerta de su casa.
“Nunca imaginé que esta convocatoria tuviera tanto éxito. Me encontré con compositores y poetas que tenían manuscritos de más de 30 años, leerlos de su puño y letra fue emocionante, pero ayudarles a digitalizarlos fue todo un reto”, recordó con emoción Ibáñez.
Desempolvando talentos
Apenas la 'profe' empezó a conformar su círculo de artistas a través de la Corporación Despertar por el Arte y la Cultura de Villa del Rosario, juntó a Pedro Mariño (66 años), Miguel Antonio Castellanos (77), Luis Elí Ayala (60), y Víctor Manuel Sierra (76), en el grupo Los Variantes.
Aunque nunca antes habían tocado juntos, los integrantes supieron complementarse entre guitarras, requintos y maracas, y empezaron a ser un éxito en cuanta velada cultural lograban colarse, al son de merengue campesino, guasca y carranga.
Sus vivencias en el campo y las vicisitudes que tuvieron que sortear a causa del conflicto armado, y hasta sus amores, quedaron plasmados en sus composiciones.
Mientras que Castellanos toca las maracas desde hace 40 años y formó parte de varios grupos que se disolvieron a través del años, Sierra aprendió a tocar empíricamente tiple, requinto y bandolina, que solo tocaba en reuniones familiares.
Ayala, por su parte, aprovecha ba su talento musical para atraer clientes a su tienda, y Mariño, más conocido en el mundo de la trova como ‘El As resabiado’, se la pasaba improvisando en cuanta emisora local le abriera las puertas.
Por eso cuando la profe Alda los juntó en Los Variantes, hace ya cuatro años, no tuvieron reparo en acoplarse para poder interpretar sus propias composiciones, las mismas que promocionaron en el primer volumen de Historia, Vida y Talento.
Aunque en este primer trabajo musical solo pudieron grabar a punta de rifas seis canciones, que incluían temas de los demás miembros de la corporación, y solo sacaron al mercado 200 discos, los mismos que le vendieron a familiares, amigos y conocidos, los artistas se regocijan de la fama local. Poco a poco fueron ganando su propio espacio en eventos culturales del municipio y el departamento.
Historia, vida y talento 2
Luego de sacar a la luz el primer disco de sus pupilos, la 'profe' Alda sentía que tenía una deuda muy grande con algunos de ellos, pues muchos se quedaron por fuera de las grabaciones por falta de presupuesto, por lo que empezó a tocar varias puertas en busca de apoyos para la segunda edición del trabajo musical.
Una de las pocas puertas que se le abrió fue la de la Secretaría de Cultura Departamental. Allí, a través del proyecto Laso, pudo grabar ‘Historia, Vida y Talento volumen 2’.
“Era la primera vez que estos artistas grababan en un estudio de verdad, por lo que la mayoría no podía disimular su emoción durante el par de horas que duró la grabación que quedará por siempre en sus recuerdos”, relató Ibáñez.
Escoger nuevamente cuáles eran los temas del segundo álbum fue una tarea titánica. Cada artista presentó por lo menos 20 temas inéditos y luego de un par de días de consenso, y de escuchar de su viva voz las letras, eligieron las 16 canciones que grabarían.
Como algunos solo componen, otros tienen una voz más potente, y otros más como Los Variantes y Saúl García son expertos en musicalización, se complementaron las tareas, con el ánimo de que casi todos los 15 artistas quedaran incluidos en el disco.
Cantando sus vivencias
‘La chiva deportada’ es una de las canciones que ha tenido mayor eco por la temática de la crisis fronteriza. La canción escrita e interpretada por Víctor Manuel Sierra narra las penurias de una chiva que sufre tras salir de Venezuela con sus dueños.
Hoy tiene más de 280 mil reproducciones en Facebook, un poco más de la mitad de las reproducciones que han logrado en el último mes los 16 temas musicales juntos (506.630 visitas).
‘Villa del Rosario, pueblo de todos’, escrita por Devinson González, e interpretada por sus hijos Devinson (11 años), Davinson (7) y Daviana (9), es un vallenato en homenaje a la tierra que volvió a recibir a sus hijos tras la crisis migratoria.
Emilia Coronado, 77 años, también le canta a sus hijos en ‘Luna Bella’, aunque en la canción nunca los nombra, la melodía la hace evocar los momentos en los que caminaba con ellos rumbo a su casa en el corregimiento de Juan Frío. Perdió a dos de ellos a causa del conflicto armado.
El listado lo completan: ‘La Cuna del General, ‘Homenaje a la Paz’, ‘Viva la Frontera’, ‘Mi linda Fanny’, ‘Soy el culpable’, ‘La enamoré en una fiesta’, ‘Si tú me quieres’, ‘Fruto de amor’, ‘Porque te amo’, ‘Bella y moreno’, ‘Ven a mi lado’, ‘Gran señora’ y ‘Nuestra Señora del Rosario’.
Aunque del volumen 2 solo pudieron sacar 120 copias por los costos y la falta de patrocinios, para la 'profe' Alda y sus artistas el sueño ya está cumplido, se sacudieron el peso del anonimato y pudieron grabar con todas las de la ley su propio disco.
La corporación cultural
La Corporación Despertar por el Arte y la Cultura fue creada en abril de 2016 por Alda Esperanza Sánchez Ibáñez, con el apoyo de su hija Teresa Ruiz Sánchez y su esposo, Campo Elías Ruiz, con el fin de rescatar y resaltar los talentos ocultos de los rosarienses
Sánchez logró reunir a escritores, compositores y poetas en torno a veladas culturales y recitales que ella misma organizaba en su casa en la urbanización Villas de Sevilla, en Villa del Rosario.
Aunque empezó con un puñado de artistas, entre ellos la poetiza Rosalba Fuentes de Cuadros, de 86 años, logró convocar a 42 artistas más, incluyendo artesanos de la región. Desde entonces ha participado y ha liderado decenas de recitales en el Museo Casa del General Santander, la Biblioteca Pública Julio Pérez Ferrero, entre otros escenarios.
Incluso el año pasado varios de los escritores que hacen parte de la corporación expusieron sus primeras colecciones de poemas en la Feria del Libro.