Es un campo santo donde reposan los restos de personajes ilustres de la Cúcuta de antaño, pero también, un museo a cielo abierto donde los amantes de la arquitectura viajan en el tiempo apreciando antiguas tallas en mármol de carrara.
La historia del Cementerio Central, su encanto y el valor arquitectónico se convirtió en el eje de una investigación que iniciaron hace dos años los arquitectos Arturo Cogollo y Fabián Mena Uscátegui, a la que vincularon a estudiantes.
“El encanto del Cementerio cobija a los artesanos que diseñaron y construyeron monumentos a la memoria de sus seres queridos, lo que incluye fantásticas obras en mármol importado y tallado en el exterior. Todas ellas fueron traídas en barcos, con las implicaciones de cruzar el océano Atlántico”, dijo Cogollo.
De acuerdo con el arquitecto eso da una idea de la conexión que antiguamente tenía Cúcuta con el mundo y los grandes centros culturales europeos. Además, “debe tenerse en cuenta a la cantidad de extranjeros que vivían y hacían parte de la sociedad cucuteña”.
Para Cogollo y Mena, el Cementerio Central es un reflejo del alcance cultural y económico de la ciudad, que decayó después de la primera y la segunda Guerra Mundial, lo que obligó a los extranjeros a migrar.
Así, “quien aprecia la exposición, ahora por medio de una página web donde aparece el catálogo, observa tumbas de espíritu neoclásico y barroco, muy elaboradas y antiguas; hasta las recientes con obras de excelente calidad que gozan de una capacidad creativa y estética”.
La muestra fotográfica en láminas de gran formato estuvo la semana pasada en la Torre del Reloj. Quienes estén interesados en conocerla pueden ingresar a la página: cementeriocentralcuc.wixsite.com/cucuta.
En láminas de gran formato se expuso la investigación de dos años en la Torre del Reloj.
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El arquitecto Arturo Cogollo fue el encargado de dar las palabras de apertura en la Torre del Reloj. Allí destacó la importancia de vincular a los estudiantes en investigaciones que atañen al contexto arquitectónico local.
Lo académico
Uno de los atractivos de la exposición es la vinculación que se dio de estudiantes de arquitectura de la Universidad de Pamplona desde los inicios del proyecto.
De acuerdo con Cogollo lo que se busca es poner el contexto de la ciudad para que sirva de inspiración. “La investigación permitió catalogar los bienes patrimoniales al interior del Cementerio Central y de esa forma se estimuló la capacidad creativa”.
A ello Mena agrega que en esta última parte fue decisiva la participación de estudiantes de segundo semestre de Arquitectura de la Unipamplona y de quienes cursan el trabajo de grado.
“Un grupo se encargó de la fotografía arquitectónica y otro de la fotogrametría para tridimensionalizar las estatuas”, dijo Mena. “Con otro frente se hicieron los levantamientos técnicos y los registros de carácter artístico, como frotar las lápidas con grafito para exponerlas”.
Una de ellas es la de Jorge E. Barco, padre del expresidente cucuteño Virgilio Barco Vargas.
A la par de estos hechos, también se exponen imágenes de rejas y cerramientos elaborados por reconocidas empresas metalúrgicas de Estados Unidos, como The Stewart Iron Works Compañy.
Fabián Mena Uscátegui, arquitecto y director del grupo de investigación Methodos.
Estudiantes de arquitectura diseñaron una propuesta para intervenir el eje central del Cementerio Central.