En la cocina de MasterChef Celebrity Colombia no todo son platos y aplausos. A veces, la presión, los egos y las diferencias de estilo también hierven a fuego alto.

Así quedó demostrado en el más reciente episodio, donde Michelle Rouillard y Valeria Aguilar, obligadas a trabajar juntas por primera vez, protagonizaron un momento de alta tensión que dejó al descubierto sus visiones opuestas frente a la cocina… y frente a la vida.

Todo comenzó con un reto de “caja misteriosa negra”, en el que los participantes debían preparar pescuezos de pollo rellenos, un ingrediente poco habitual que desconcertó a varios.

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La particularidad de la prueba era que se haría en parejas, y las duplas fueron conformadas por Ricardo Vesga y Mario Alberto Yepes, ganadores del pin de inmunidad, quienes repartieron estratégicamente a sus compañeros.

Michelle y Valeria no habían trabajado juntas antes, pero desde el inicio mostraron estilos completamente distintos. Mientras la exseñorita Colombia es metódica, controladora y perfeccionista, la creadora de contenido es relajada, fluida y partidaria de dejar que las cosas “fluyan”. Y esa diferencia no tardó en chocar.

¿Por qué pelearon Michelle Rouillard y Valeria Aguilar en MasterChef?

La chispa se encendió cuando Valeria quiso preparar una mayonesa casera para acompañar el plato. Michelle, visiblemente nerviosa, le advirtió que no había tiempo para eso. “No, yo estoy estresada. Yo estoy bien, lo que pasa es que eso necesita estar perfecto”, dijo con seriedad.

Valeria, sin perder la compostura, le soltó: “¿Y si no está perfecto, qué?”. La frase, simple pero punzante, marcó uno de los momentos más comentados del episodio. 

La presentadora Claudia Bahamón, al notar la tensión, se acercó a su estación. En tono humorístico, Valeria le pidió que le hiciera un masaje a su compañera. Claudia, con su habitual diplomacia, preguntó: “¿Está estresada?”, a lo que Michelle respondió con sinceridad. Bahamón trató de suavizar el ambiente: “Mi chef es muy exigente, le gusta la perfección y está bien, eso también es la cocina”. Pero Valeria insistió: “No, la cocina es disfrutar”.

Tras el reto, en entrevistas individuales, ambas se sinceraron sobre lo ocurrido. Michelle confesó: “Sí, en efecto soy una persona perfeccionista, me gusta que las cosas queden bien en la medida de lo posible”.

Mientras tanto, Valeria reflexionó: “Para pelear se necesitan dos y yo no voy a ser una de esas dos personas que está peleando, entonces me dedico a lo mío y Michelle finalmente se calma”.

También explicó su reacción ante la tensión del momento: “A mí Claudia me da la impresión de ser una persona calmadita. Entonces, le pido el favor de que hable con Mitch, que la tranquilice, que le haga una clasecita de yoga, un mantra ahí…”. Y agregó con convicción: “¿Y qué importa si llevamos delantal negro? Lo estamos intentando, porque no es que estemos haciendo las cosas mediocres”.

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El plato que presentaron juntas, titulado “Apercuellaos”, tuvo una recepción tibia por parte del jurado. Los chefs destacaron el sabor y la salsa, pero criticaron la cantidad servida y la presentación, lo que les impidió figurar entre los mejores del día.

Mientras tanto, otras duplas enfrentaban el reto con distintos resultados. Violeta Bergonzi, al no tener compañero, decidió cocinar sola y sorprendió con una preparación técnica muy bien ejecutada. Luisfer y Caterin presentaron “Una noche para apescuezarnos”, con un relleno sabroso pero sin salsa, lo que les restó puntos. Patricia y Pichingo fueron elogiados por el sabor de su plato “Todo por el pescuezo”, convirtiéndose en una de las parejas destacadas de la jornada.

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