Colombia ha sido escenario de un hito científico y médico sin igual en el continente: por primera vez en América, se implantó el corazón artificial más pequeño y avanzado del mundo. El procedimiento fue realizado el pasado 16 de julio en el Hospital Internacional de Colombia (HIC), ubicado en Floridablanca, Santander, por un equipo de especialistas del Instituto Cardiovascular de la Fundación Cardiovascular de Colombia (FCV).
El dispositivo implantado se llama Corheart 6, y es un corazón artificial de asistencia ventricular que pesa apenas 90 gramos, mide 5,5 centímetros de largo y tiene un diámetro de 2,8 centímetros. Su tamaño compacto permite que pueda ser usado en pacientes de menor contextura física, como mujeres jóvenes o incluso niños, un grupo históricamente excluido de este tipo de procedimientos por las limitaciones técnicas de los dispositivos existentes.
María Angélica, la mujer que volvió a latir
La protagonista de este caso es María Angélica Bonett, una auxiliar de enfermería de 31 años, oriunda de Ocaña (Norte de Santander), quien desde 2022 venía luchando contra una agresiva insuficiencia cardíaca causada por la enfermedad de Chagas. A pesar de recibir tratamiento médico especializado y contar con un cardiodesfibrilador implantado, su corazón no respondía a los medicamentos convencionales.
En mayo de 2025, su situación se agravó y fue hospitalizada de urgencia en el HIC. Ante la falta de un donante compatible y el riesgo inminente de muerte, el equipo médico decidió implantarle el Corheart 6 como puente hacia un trasplante, una solución que no solo le salvó la vida, sino que también colocó a Colombia en la lista de los pocos países del mundo que han realizado este tipo de intervenciones.
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“Cuando me dijeron que mi corazón no podía más, sentí que el tiempo se había acabado. Me asusté, lloré mucho, pensé en mis papás... pero nunca perdí la fe. Ya no pienso en sobrevivir, sino en vivir. Quiero aprender modisteria, hacer algo con mis manos, sentirme útil”, manifiesta María Angélica en el comunicado publicado por parte de la FCV.

Una cirugía de alta complejidad
La cirugía estuvo a cargo de un equipo multidisciplinario de más de 20 especialistas entre cardiólogos, cirujanos cardiovasculares, anestesiólogos, perfusionistas, enfermeros y tecnólogos biomédicos. Contó además con el acompañamiento de un experto alemán con experiencia en este tipo de implantes.
De acuerdo con un comunicado publicado en el sitio web de la Fundación Cardiovascular de Colombia la Dra. Lorena Montes, cirujana cardiovascular y líder del procedimiento, expresó “María Angélica era la candidata ideal por su condición clínica y características físicas. La cirugía fue un éxito y, pocas horas después, ya estaba despierta, hemodinámicamente estable y tolerando la alimentación. Hoy continúa en recuperación y preparándose para regresar a casa”.
Por su parte, el doctor Leonardo Salazar Rojas, también miembro del equipo médico, resaltó la importancia del evento: “Estamos satisfechos con los resultados, pero especialmente con la oportunidad de seguir salvando vidas. Hasta ahora, en Colombia solo contábamos con una opción disponible. La llegada de este nuevo dispositivo, por su tamaño, tecnología y versatilidad, amplía significativamente las alternativas terapéuticas, incluso para pacientes pediátricos.”
Colombia, pionera en la región
Con este procedimiento, Colombia se convierte en el primer país de América y el cuarto en el mundo en implantar el Corheart 6, luego de Alemania, China y Austria. Desde 2014, el Instituto Cardiovascular de la FCV ha realizado más de 30 implantes de corazones artificiales, aunque esta es la primera vez que se emplea una tecnología tan compacta, lo que abre las puertas para atender a una población más diversa, incluyendo niños.
Esperanza para pacientes con enfermedades complejas
El Corheart 6 funciona como una bomba de flujo continuo que asiste la función del ventrículo izquierdo, impulsando la sangre al cuerpo de forma constante. Aunque fue implantado como un paso intermedio mientras se consigue un corazón donado, en muchos casos este tipo de dispositivos puede convertirse en una terapia definitiva.
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